Desde hace días, las redes sociales y los platós de televisión están en ebullición tras la entrevista de Rocío Flores en el programa “De Viernes” de Telecinco.
Lo que parecía un simple encuentro televisivo se ha convertido en un auténtico campo de batalla mediático.
En medio de este huracán de opiniones y enfrentamientos, la noticia más impactante ha sido la presencia de Terelu Campos en una comisaría para poner una denuncia por suplantación de identidad.
Todo comenzó cuando, durante la entrevista de Rocío Flores, las redes explotaron con un supuesto mensaje publicado por Terelu Campos en Instagram o TikTok.
En ese post, que rápidamente se viralizó, Terelu supuestamente alababa a su hija Alejandra Rubio mientras despreciaba a Rocío Flores con palabras bastante duras.
Sin embargo, la realidad fue otra: la cuenta era falsa y el mensaje, un montaje.
Terelu, al descubrir esta manipulación, decidió actuar legalmente para proteger su nombre y su imagen.
Este episodio no solo revela la fragilidad de la verdad en la era digital, sino también cómo el enfrentamiento entre estas dos figuras públicas ha escalado a niveles insospechados.
La entrevista de Rocío Flores fue el detonante que reavivó viejas rencillas entre familias mediáticas, y la creación de cuentas falsas con mensajes incendiarios solo ha añadido más leña al fuego.
Por otro lado, las reacciones dentro del círculo cercano a ambos bandos no se han hecho esperar.
Antonio David Flores, padre de Rocío, ha anunciado en su canal de YouTube que interpondrá una denuncia por difamación contra Rocío Carrasco y la productora del documental que la involucra.
A pesar de rumores sobre su posible regreso a Telecinco, Antonio David insiste en que no volverá a la cadena que lo despidió hace cuatro años, aunque fuentes cercanas a su equipo legal sugieren lo contrario.
En medio de este caos, Olga Moreno, ex pareja de Antonio David, apareció en un programa de Joaquín Prat para apoyar a Rocío Flores y aclarar que en su hogar no se habla mal de Rocío Carrasco, buscando suavizar la tensión familiar.
Sin embargo, la polémica sobre la vida sentimental de Rocío Flores continúa, con rumores sobre posibles infidelidades y relaciones complicadas que alimentan el drama.
Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos, también ha tomado partido públicamente.
En el programa “Vaya Fama”, defendió a su madre y aseguró que apenas mantiene relación con Rocío Flores, negando un enfrentamiento directo pero dejando claro que las distancias son evidentes.
Este distanciamiento se había notado ya en programas anteriores, donde la frialdad entre las familias era palpable.
Mientras tanto, sorprende el silencio de figuras como Belén Rodríguez, quien no ha querido pronunciarse sobre el asunto, a pesar de sus anteriores comentarios críticos hacia varios protagonistas.
En contraste, presentadores como Emma García han mostrado opiniones ambiguas, lo que ha generado confusión entre los espectadores sobre dónde se posicionan realmente.
Ana Rosa Quintana, uno de los nombres más influyentes de la televisión matutina, tampoco ha hecho comentarios sobre Rocío Flores.
Hace años negó la existencia de un “contradocumental” y explicó que la relación profesional con Rocío Flores terminó porque el precio a pagar era demasiado alto.
Su aparente desapego al tema contrasta con la intensidad de la polémica actual.
Jorge Javier Vázquez, otro peso pesado de Telecinco, ha optado por mantenerse al margen, centrado en su reality show y evitando tratar el tema de Rocío Flores en su programa diario.
Se dice que sigue apoyando a Rocío Carrasco, pero su silencio en esta etapa crucial llama la atención, dado que fue una de las voces más activas durante el documental original.
En medio de esta maraña, Marta Riesco se ha convertido en un personaje conflictivo.
Su enfrentamiento con María Patiño por la ausencia de Rocío Carrasco en la vida de su hijo generó un momento tenso en los platós, con Kiko Matamoros siendo el único que mantuvo la calma y criticó a ambas partes.
Marta, que parece odiar a todos los implicados, añade un ingrediente más al cóctel explosivo que es esta disputa mediática.
La audiencia de Telecinco refleja también el desgaste que ha sufrido la cadena con esta guerra familiar.
La competencia de La 1 ha ganado terreno, y programas como el de Ana Rosa no han logrado liderar en su franja horaria.
Este conflicto parece ser un intento de rescatar el interés del público, aunque muchos ya están cansados de las mismas historias repetidas.
En definitiva, la denuncia de Terelu Campos por suplantación de identidad es solo una pieza más en un puzzle lleno de mentiras, verdades a medias y manipulaciones.
Este caso ejemplifica cómo la fama y el drama familiar se entrelazan en un espectáculo donde la realidad se distorsiona para alimentar el morbo y la audiencia.
Mientras tanto, Rocío Flores continúa su vida pública, acompañada por figuras como Ortega Cano y la hija de Michu, intentando mantener su espacio en el complicado mundo mediático.
Pero la sombra de esta batalla aún se cierne sobre todos ellos, y nadie sabe qué nuevo giro dará esta historia que parece no tener fin.
En un panorama donde las lealtades se rompen y los silencios pesan más que las palabras, solo queda preguntarse: ¿hasta dónde llegará esta guerra y quién saldrá realmente victorioso?
Porque, al final, en este circo mediático, la verdad parece ser la gran perdedora.
