se encuentra bajo prisión preventiva oficiosa tras ser acusado de abuso sexual infantil agravado, en un caso que habría ocurrido durante siete años consecutivos.
La víctima es la hija de su expareja sentimental, hoy de 17 años, quien declaró que los hechos comenzaron cuando tenía solo diez años.
Según el expediente judicial, los abusos se habrían producido mientras Bravo convivía con la madre de la menor en una vivienda ubicada en Zapopan, en las afueras de Guadalajara.
La joven relató que el exjugador realizaba tocamientos indebidos y la amenazaba para mantener silencio.
El informe pericial determinó que la víctima presenta daños psicológicos severos, compatibles con un patrón de abuso sostenido.
El abogado Juan Soltero, representante de la familia, declaró:
“La menor vivió años bajo manipulación y miedo. No es un caso aislado, sino un ejemplo de cómo el poder y la confianza pueden convertirse en armas de control.”

Durante la investigación, las autoridades recolectaron 42 capturas de pantalla de mensajes y un video grabado por la víctima, considerados pruebas digitales clave.
Estos elementos llevaron al juez a dictar la detención inmediata de Bravo.
En la audiencia inicial, Omar Bravo negó los cargos y afirmó que se trata de “una acusación manipulada con intereses personales”.
Sin embargo, la Fiscalía sostuvo que las pruebas coinciden con la narrativa de la víctima y rechazó la solicitud de libertad condicional del acusado.
El caso está tipificado como “abuso sexual infantil agravado”, delito que, de acuerdo con el Código Penal del Estado de Jalisco, puede ser sancionado con penas de entre 5 y 10 años de prisión, especialmente cuando el agresor convivía con la víctima o abusaba de una posición de confianza.

Organizaciones de protección infantil, como la Red por la Infancia Segura y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, han solicitado a los medios respetar la identidad de la víctima y centrar la cobertura en la recuperación psicológica, no en el sensacionalismo del caso.
Por su parte, el Club Chivas de Guadalajara, equipo donde Bravo fue ídolo y máximo goleador, emitió un breve comunicado:
“El club respeta el proceso legal y se abstendrá de realizar comentarios hasta que exista una resolución judicial.”
El caso ha desatado un intenso debate en México sobre la responsabilidad moral de las figuras deportivas y la cultura del silencio que rodea los abusos dentro del entorno familiar.

En redes sociales, el hashtag #JusticiaParaElla se ha vuelto tendencia, con miles de usuarios exigiendo justicia para la joven y el fin de la impunidad hacia los famosos.
Según fuentes judiciales, la audiencia de vinculación a proceso se llevará a cabo en las próximas semanas.
Las autoridades insisten en que el expediente continúa en fase de investigación complementaria, y han reiterado la prohibición de divulgar cualquier dato que permita identificar a la víctima.