Telecinco está en plena tormenta.
La cadena, que alguna vez dominó las tardes televisivas en España, hoy vive una crisis profunda que ha llevado a decisiones drásticas: la eliminación de los programas de Emma García y Joaquín Prat.
Los magazines “Fiesta” y “El tiempo justo”, respectivamente, se encuentran al borde de la cancelación tras meses de audiencias mediocres y contenidos que no logran conectar con el público.
Los recortes ya están en marcha, y enero podría marcar el fin definitivo de estos espacios.

Ana Rosa Quintana, productora y presentadora estrella, se perfila como la figura que mantiene el control en las mañanas, aunque incluso ella está perdiendo terreno frente a competidores como Susanna Griso en Antena 3 y la propia La 1.
El programa de Joaquín Prat, “El tiempo justo”, ha sufrido un tijeretazo brutal.
De un formato que inicialmente se quejaba de falta de tiempo, ahora se reduce a apenas dos horas diarias.
Prat, visiblemente molesto por el cambio de franja horaria y la reducción, parece estar pagando el precio de una apuesta fallida por formatos que no innovan ni atraen.
Por su parte, “Fiesta” con Emma García no consigue remontar.

El programa navega entre el 7 y el 8% de cuota de pantalla, cifras que contrastan con su antecesor “Viva la vida”, que lograba hasta un 14%.
Los contenidos de “Fiesta” son criticados por ser poco atractivos, con exclusivas que no interesan y una mezcla de secciones que no terminan de cuajar.
La crisis de Telecinco no es solo cuestión de formatos, sino también de estrategia.
La cadena parece apostar todo a reality shows como “Supervivientes” y “La isla de las tentaciones”, relegando los programas diarios a un segundo plano y dejando a figuras como Prat y García en una posición vulnerable.
Jesús Vázquez, otro histórico de la cadena, también ha anunciado que no renovará su contrato tras “Bailando con las estrellas”, lo que añade más incertidumbre a la parrilla.

El dominio de Ana Rosa Quintana en las mañanas se mantiene, pero con signos de desgaste.
Su productora, Unicorn, es criticada por formatos repetitivos y una marcada línea política que no termina de convencer a la audiencia actual, cada vez más exigente y crítica.
Los cambios que se avecinan en enero podrían incluir una vuelta a formatos más tradicionales o incluso el regreso de programas emblemáticos como “Sálvame”, que sigue teniendo un público fiel a pesar de las polémicas.
Mientras tanto, el futuro de Joaquín Prat y Emma García pende de un hilo.
Muchos de sus colaboradores ya están buscando nuevas oportunidades ante la inminente cancelación.

La situación en Telecinco refleja un problema mayor: la dificultad para adaptarse a los nuevos gustos y hábitos de los espectadores en una era dominada por plataformas digitales y contenidos más variados.
El tsunami de cambios en la cadena plantea una pregunta crucial: ¿podrá Telecinco reinventarse o está condenada a seguir perdiendo terreno hasta desaparecer?
En este escenario, Ana Rosa Quintana emerge como la última gran figura estable, pero también enfrenta el reto de mantener su relevancia y evitar que la crisis se extienda a su dominio.
Lo cierto es que la televisión tradicional española vive un momento de transformación radical, y Telecinco está en el epicentro de esta batalla por la supervivencia.
Solo el tiempo dirá si los recortes y ajustes serán suficientes para salvar la cadena o si serán el preludio de un cambio aún más profundo.