La tragedia de la DANA que afectó a la Comunidad Valenciana ha generado una gran controversia política y mediática, con acusaciones cruzadas sobre la responsabilidad en la gestión del desastre. Sin embargo, lo que realmente ha encendido el debate ha sido la revelación de un audio bomba que compromete seriamente a la Confederación Hidrográfica del Júcar, organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, y que indirectamente pone en el punto de mira al gobierno de Pedro Sánchez.

La periodista Susanna Griso, en el programa Espejo Público de Antena 3, sorprendió a la audiencia al apartarse del guion habitual y señalar lo que considera un fallo crítico en la gestión de la catástrofe. De manera contundente, Griso cuestionó por qué no se emitió un aviso a tiempo sobre el desbordamiento del Barranco del Pollo, un hecho que, de haberse comunicado oportunamente, podría haber salvado vidas.

EL AUDIO REVELADOR: UNA CONFESIÓN QUE LO CAMBIA TODO

El detonante de la polémica ha sido una grabación filtrada en la que Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, admite que no se transmitió información clave sobre el desbordamiento del Barranco del Pollo en las horas más críticas. Según el audio, entre las 16:15 y las 18:45 del 29 de octubre, no hubo datos disponibles ni alertas para la población, justo cuando el caudal pasó de 28,7 hectómetros cúbicos a unos alarmantes 1.686 hectómetros cúbicos. Este colapso repentino fue el que arrasó municipios como Paiporta y Picanya, dejando tras de sí una estela de destrucción y muerte.

Griso subrayó que si las autoridades hubieran avisado a la población a tiempo, muchas personas podrían haberse refugiado en plantas altas y haber evitado morir ahogadas en sus propias casas. Sus palabras fueron directas y sin concesiones: “Se podía haber hecho mucho más para evitar la tragedia.”

RESPUESTA DE LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL JÚCAR

Tras la filtración del audio, la Confederación intentó matizar sus declaraciones, pero el comunicado que emitieron terminó reafirmando la falta de información durante esas dos horas cruciales. Es decir, lejos de desmentir el contenido de la grabación, confirmaron que efectivamente hubo un apagón informativo en un momento determinante.

Este reconocimiento ha servido de munición para la Generalitat Valenciana, que desde el principio ha denunciado la falta de comunicación por parte del Gobierno central. La administración autonómica había reclamado en reiteradas ocasiones que se les negó información fundamental sobre la crecida del barranco, lo que impidió una respuesta más rápida y eficaz ante la emergencia.

LA POLÉMICA POLÍTICA: ATAQUES A PEDRO SÁNCHEZ

El impacto político de esta revelación ha sido inmediato. Desde el Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo ha aprovechado la situación para cargar contra Pedro Sánchez, acusando al PSOE de utilizar la tragedia con fines políticos. En sus declaraciones, Feijóo afirmó que el gobierno de Sánchez manipuló la gestión de la DANA para dañar políticamente al gobierno autonómico de Carlos Mazón.

Por su parte, el gobierno central ha intentado minimizar la controversia, alegando que se mantuvo comunicación constante con los organismos de emergencia. Sin embargo, las pruebas parecen indicar lo contrario, y el hecho de que se haya ocultado información vital durante el pico del desastre no hace más que alimentar las sospechas de una grave negligencia en la gestión de la crisis.

¿NEGLIGENCIA O ERROR INEVITABLE?

Uno de los puntos clave del debate es si la tragedia pudo haberse evitado con una mejor gestión de la información. Según expertos en meteorología y emergencias, la cantidad de agua que cayó en la región era extremadamente inusual y difícil de prever con exactitud. Sin embargo, también argumentan que la falta de datos sobre el Barranco del Pollo fue un error imperdonable.

El problema, como señaló Griso, es que si los técnicos sabían que la misma cantidad de agua que ponía en peligro la presa de la Forata también afectaría al Barranco del Pollo, debieron haber previsto el riesgo de desbordamiento. No hacerlo significó dejar a miles de personas en una situación de vulnerabilidad extrema.

CONCLUSIÓN: UNA CATÁSTROFE CON RESPONSABILIDADES PENDIENTES

Lo ocurrido con la DANA en Valencia sigue generando más preguntas que respuestas. Lo que está claro es que hubo fallos graves en la gestión de la crisis y que la falta de información en momentos clave tuvo consecuencias trágicas. La filtración del audio de Miguel Polo solo ha avivado aún más la polémica y ha puesto en jaque al gobierno de Pedro Sánchez, que ahora debe enfrentar críticas no solo de la oposición, sino también desde sectores mediáticos que tradicionalmente han sido más moderados en sus análisis.

La indignación es comprensible: si se hubiera actuado a tiempo, se podrían haber salvado muchas vidas. Ahora queda en manos de la justicia y la opinión pública determinar si estamos ante un caso de negligencia monumental o simplemente ante un desastre natural imposible de controlar. Lo que sí es seguro es que este episodio marcará un antes y un después en la gestión de emergencias en España.