La periodista y presentadora Ana Rosa Quintana, una de las figuras más influyentes y veteranas de la televisión española,
ha vuelto al centro de la polémica con unas declaraciones que no han dejado indiferente a nadie.
Durante una entrevista reciente con un medio especializado en comunicación, la conductora de “TardeAR” arremetió contra TVE por lo que considera una pérdida de rumbo en su línea editorial y,
además, señaló lo que, según ella, fue el mayor error de Paolo Vasile durante su etapa como consejero delegado de Mediaset España.
Con su habitual tono directo, Ana Rosa no dudó en criticar abiertamente el papel actual de la televisión pública.
“TVE ha dejado de ser la televisión de todos para convertirse en una televisión de algunos. Hay una clara falta de pluralidad y una línea editorial dirigida con criterios políticos más que informativos”, expresó.
Según ella, los contenidos que hoy se ofrecen en la cadena pública no representan la diversidad de opiniones que debería reflejar un medio financiado con dinero de todos los españoles.
Quintana fue aún más contundente al hablar de los espacios informativos de TVE. En sus palabras, “se han convertido en altavoces de un discurso único, donde la crítica al poder se diluye y se premia la propaganda institucional”.
Estas declaraciones han reavivado el debate sobre la objetividad en los medios públicos, especialmente en un contexto político tan polarizado como el actual.
Pero lo que realmente ha sacudido el panorama mediático fue su comentario sobre Paolo Vasile, el histórico dirigente de Mediaset España, quien estuvo al frente del grupo durante más de dos décadas y cuya salida en 2022 marcó el inicio de una nueva era en la cadena.
Ana Rosa, quien ha sido una de las piezas clave del éxito del grupo, no se mordió la lengua al señalar cuál considera el mayor error estratégico de Vasile durante su gestión: la cancelación del modelo clásico de “Sálvame” y el descuido progresivo del público fiel del canal.
“El gran error de Paolo fue pensar que había que cambiar para gustar a otro tipo de audiencia, olvidando a la que siempre estuvo ahí. En televisión, si dejas de hablarle a quien te ha sido leal durante años, lo más probable es que termines hablando solo”, afirmó con contundencia.
Quintana cree que el intento de reposicionar Telecinco hacia un contenido “más blanco” y menos polémico ha resultado contraproducente: ha alejado a la audiencia tradicional sin conseguir consolidar una nueva base de espectadores.
La presentadora también reflexionó sobre los cambios de estructura en Mediaset tras la salida de Vasile y la llegada de nuevos directivos como Alessandro Salem. Aunque reconoció que todo proceso de renovación es natural en una empresa, lamentó que en algunos momentos “se haya perdido la esencia de lo que hizo grande a la cadena: la cercanía, la calle, el debate real”.
En este sentido, defendió el estilo de programas como El programa de Ana Rosa, Ya es mediodía o incluso Sálvame en sus mejores épocas, por haber sabido “conectar con la gente y reflejar lo que se comentaba en la barra de un bar o en la cola del supermercado, con aciertos y errores, pero con autenticidad”.
Las palabras de Ana Rosa no han tardado en generar reacciones. Desde TVE, algunas voces internas han salido a defender la línea editorial de la cadena, asegurando que se trabaja con “criterios de profesionalidad, rigor y servicio público”.
Asimismo, personalidades del ámbito político han comentado las declaraciones de la periodista. Mientras sectores más afines al Gobierno han criticado sus palabras por considerarlas “sesgadas e interesadas”, otras figuras de la oposición han respaldado su opinión, asegurando que “TVE ha perdido la pluralidad que debería caracterizarla”.
En cuanto al entorno de Mediaset, se ha preferido el silencio.
Ningún directivo ha respondido directamente a las críticas de Ana Rosa, pero algunos periodistas del grupo han señalado que “cada etapa tiene sus aciertos y sus errores, y el tiempo dirá cuál fue la mejor estrategia”.
Lo cierto es que Ana Rosa sigue siendo una voz poderosa dentro del ecosistema mediático español.
Sus opiniones, aplaudidas por algunos y criticadas por otros, siempre generan debate y reflejan el pulso de una televisión en constante transformación.
En un momento en el que las audiencias son más fragmentadas que nunca y los medios se enfrentan al desafío de recuperar la confianza del público, sus palabras adquieren una dimensión especial.
“Yo solo quiero hacer periodismo. Con libertad, con criterio, sin miedo a molestar. Eso es lo que me ha mantenido aquí durante tantos años, y lo que seguiré haciendo mientras tenga un micrófono delante”, sentenció Ana Rosa al final de la entrevista.
Con estas declaraciones, queda claro que la reina de las mañanas (y ahora también de las tardes) no piensa quedarse callada ante lo que considera errores o injusticias, sean del ente público o del grupo al que ha pertenecido gran parte de su carrera.
Y como siempre, lo hace con la claridad y fuerza que la han convertido en una figura imprescindible en la televisión española.