El drama familiar que envuelve a la familia de Michu y Ortega Cano ha alcanzado un nuevo punto álgido.
Inmaculada Gamaza, madre de Michu, ha lanzado una petición urgente a Ortega Cano y Gloria Camila, pidiendo que se priorice el bienestar de su nieta Rocío y que se mantenga una relación cordial entre ambas familias.
Sin embargo, lo que parece un deseo de paz esconde una guerra soterrada que ha salido a la luz con declaraciones cargadas de tensión, reproches y secretos.
En una entrevista exclusiva concedida al diario La Razón, Inmaculada Gamaza expresó su firme decisión de que Rocío permanezca viviendo en su casa, asegurando que la niña no será arrebatada de su lado.
A pesar de esto, reconoce que es lógico y necesario que la niña mantenga contacto con su padre, Ortega Cano, así como con su tía Gloria Camila y el resto de la familia paterna.
Actualmente, Rocío se encuentra en Cádiz, rodeada no solo de su padre, sino también de su abuelo, su tía y su tío, lo que muestra un entorno familiar amplio pero complicado.
El relato de Inmaculada no se limita a la convivencia y la custodia.
También aborda las tensiones públicas que han surgido en torno a Gloria Camila, quien ha estado muy presente en los medios y en Telecinco, generando polémica con sus apariciones y declaraciones.
La madre de Michu reconoce que Gloria fue captada en un momento vulnerable y que dijo cosas que no debía, aunque insiste en que ella no es una persona conflictiva ni insultante.
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Su principal preocupación es que Rocío tenga una infancia feliz y equilibrada, lejos de las disputas que han inundado la opinión pública.
La relación entre Inmaculada y Gloria es prácticamente inexistente, aunque la abuela de Rocío está abierta a construir un vínculo por el bien de la niña.
“Debemos partir de cero”, afirma, dejando claro que la prioridad es la estabilidad emocional de Rocío y que ambas familias deben encontrar un punto de encuentro.
Sin embargo, la realidad parece mucho más compleja.
Un tema que ha generado controversia es el entorno en el que vive la familia materna.
Se han difundido rumores sobre incidentes violentos, como un tiroteo en el barrio donde reside Michu, y críticas sobre las condiciones de habitabilidad.
Inmaculada desmiente conocer a las personas implicadas y rechaza las acusaciones de distanciamiento o maltrato hacia su hija o su nieta.
Afirma que la familia se reunía todos los fines de semana y que no entiende las críticas basadas en suposiciones o desconocimiento.
El enfrentamiento mediático también involucra a Tamara, hermana de Michu, quien ha estado muy activa en los platós de televisión.
Inmaculada reconoce que Tamara está atravesando un duelo muy difícil por la pérdida de su hermana y que su manera de expresarse públicamente es una forma de terapia, aunque advierte que debe calmarse y controlar sus impulsos.
“No tiene un corazón malvado, pero sí unos prontos muy malos”, comenta la madre, señalando la complejidad emocional que atraviesan.
El aspecto económico también aparece en esta disputa.
La madre de Michu trabaja más de ocho horas diarias y está dispuesta a reducir su jornada laboral para poder cuidar mejor a su nieta.
Sin embargo, se critica que Tamara ha convertido su presencia en televisión en una especie de “caja registradora”, buscando lucrarse con el drama familiar.
Aunque ha ganado dinero, Inmaculada sugiere que esta estrategia puede ser perjudicial a largo plazo, calificándola como “pan para hoy y hambre para mañana”.
Desde el lado de Ortega Cano, la actitud ha sido mucho más discreta.
El torero mantiene un perfil bajo y se muestra enfocado en disfrutar de su nieta y rodeado de su familia en Cádiz.
Gloria Camila también ha estado muy pendiente de Rocío, junto con otros miembros de la familia paterna, buscando ofrecer un entorno estable y protegido para la niña.
La batalla legal sobre la custodia de Rocío está en marcha, con demandas y abogados implicados.
La familia paterna, encabezada por Ortega Cano y Gloria Camila, parece contar con mayor número de miembros y recursos para ofrecer una estructura más amplia.
Por otro lado, la familia materna es más reducida, con Inmaculada y Tamara como figuras principales, lo que añade un plus de dificultad para garantizar la estabilidad emocional de la niña.
El público y los medios han sido testigos de escenas que parecen sacadas de un culebrón.
Un vídeo difundido en televisión mostraba a Tamara paseando por el pueblo sin rumbo fijo, lo que algunos interpretaron como una actitud irresponsable.
Sin embargo, otros opinan que fue una imagen manipulada y que no refleja la realidad completa.
Lo que sí llamó la atención fue la decisión de Tamara de no cocinar en casa y comer un sándwich en un banco bajo el calor del verano, una escena que muchos consideraron desconcertante.
En medio de esta maraña de emociones, acusaciones y estrategias legales, la pregunta que flota en el aire es clara: ¿dónde encontrará Rocío la estabilidad y el amor que necesita para crecer?
La abuela Inmaculada insiste en que la niña debe estar en un entorno donde pueda madurar sin perder la niñez, advirtiendo que la madurez acelerada que ha mostrado la pequeña no es sana.
El caso ha puesto en evidencia no solo las dificultades personales y familiares, sino también el papel de los medios de comunicación en la construcción y amplificación del drama.
Las verduleras, los enfrentamientos en platós y las declaraciones públicas han convertido una disputa privada en un espectáculo público que parece no tener fin.
Finalmente, la última palabra la tendrá la justicia.
Los tribunales decidirán quién se quedará con la custodia de Rocío y cómo se organizarán las visitas y relaciones familiares.
Mientras tanto, la familia sigue envuelta en un torbellino de emociones, reproches y esperanzas, con una niña en el centro de todo, cuyo bienestar debería ser el único interés real.
En definitiva, este caso es un reflejo dramático de cómo las heridas familiares, el dolor y la exposición mediática pueden enredar aún más las dificultades de una familia que lucha por proteger a su miembro más vulnerable.
La abuela de Michu lanza su petición con la esperanza de que, al menos, exista un mínimo de cordura y respeto en este conflicto que ha dejado a todos preguntándose: ¿quién cuida realmente de Rocío?