Que se esclarezca el caso de Carlos Manso, porque aún sabemos que hay más respuestas pendientes y que existen líneas de investigación más arriba.

—¿Qué le parecen los resultados de la investigación y los avances que se conocen?
—No estoy satisfecha con ellos y voy a seguir exigiendo justicia para Carlos Manso.

—¿Le dieron avances, presidenta, en esta reunión?

—Los avances son los mismos que se han dado a conocer en redes sociales. Sin embargo, todos los días trato de estar en contacto con el fiscal, preguntándole y comentándole los temas en los que considero que deben ejercer mayor presión, tanto el gobierno federal como el estatal. Yo voy a seguir bajo esa línea de exigencia.

—Presidenta, usted acaba de advertir que no se va a dejar influenciar ni negociar con ningún gobierno. ¿Ha habido intentos por parte de algún gobierno federal o estatal para que se acerque a algún partido?
—Ha habido malos entendidos, porque muchos han dicho que me han abierto las puertas el PAN, el PRI, el PRD y Morena. Yo agradezco a todos los partidos políticos que han mostrado apertura hacia el movimiento independiente del sombrero. Sin embargo, quiero dejar claro que la línea que hemos seguido, y que encabezó nuestro presidente, es una línea independiente, y así vamos a continuar.

Vamos a seguir caminando por esa ruta sin distraernos en otras cosas que, sobre todo en este momento, no corresponden a los tiempos. Yo les he dicho: déjenme trabajar en beneficio de Uruapan. Estoy llegando en una situación totalmente difícil. No estoy aquí por gusto ni porque sea algo que yo haya buscado. Estoy aquí por una injusticia que se cometió y que ahora me toca encabezar.

Lo hago con orgullo y con dignidad. No voy a bajar la cabeza ni voy a bajar la guardia, aunque continúen los ataques de desprestigio en mi contra o intenten desacreditar este movimiento. No lo van a lograr, porque estamos más fuertes y más unidos que nunca.

—Presidenta, ¿cómo se encuentra la administración al interior?, ¿qué le dicen los secretarios, los directores, la parte operativa?, ¿cómo está Uruapan?
—En esa parte estamos trabajando. Estamos tratando de salir adelante. Ustedes lo vieron: hace unos días apenas se pudo limpiar el centro de la ciudad después del Día de las Velas. No se pudo hacer antes porque existía una instrucción de la fiscalía para continuar con las investigaciones.

Sin embargo, no vamos a dejar de lado que la ciudadanía viva momentos de alegría. Los niños no tienen la culpa de vivir esta experiencia, que es la Navidad, y queremos que los uruapenses se sientan en plena confianza de que este gobierno va a seguir trabajando, siempre del lado de la gente y defendiendo a los sectores más vulnerables e importantes de Uruapan.

—Presidenta, se habla de justicia y de temas prioritarios, pero también se ha generado ruido sobre una posible situación financiera complicada en Uruapan. ¿Qué les dice a los uruapenses?
—Yo les puedo decir a todos los trabajadores que no tengan la menor duda de que todos van a recibir sus aguinaldos y sus prestaciones sin ninguna complicación.

—Presidenta, sobre las mediciones que ya la colocan frente a varios actores políticos rumbo al 2027.
—Vuelvo a reiterar lo mismo: no son los tiempos. En este momento no estoy pensando en participar en algo más. Lo único que quiero es honrar el legado que Carlos Manso venía construyendo y entregar un mejor Uruapan: un Uruapan más seguro y con beneficios que ofrece el gobierno del estado.

Todo lo que sea en beneficio de Uruapan será bienvenido. Y todo lo que se quiera imponer en perjuicio de Uruapan, también estamos dispuestos a seguir levantando la voz y a luchar contra las injusticias que se pretendan cometer en Uruapan y en Michoacán.

—¿Hay avances en materia de seguridad?, ¿usted se siente más segura?
—Como ustedes saben, hubo un despliegue del Ejército y de distintas corporaciones. Ha habido una disminución en robo de vehículos y en homicidios. Sin embargo, no estoy conforme. El hecho de que bajen las cifras no significa que ya podamos cantar victoria. Vamos a seguir presionando y no vamos a bajar la guardia.

—¿Habrá cercanía con la gente?, el presidente Carlos Manso tenía como característica caminar con la ciudadanía.
—Eso va a continuar. Yo aprendí eso de él. Caminar cerca de la gente es lo que te da fuerza como servidor público. Un saludo, unas palabras, una bendición, eso es lo que realmente vale. Vamos a seguir atendiendo en mesas de atención y, entrando el año, vamos a retomarlas para que la gente siga teniendo contacto directo conmigo y con todo el gabinete.

—¿Se valorará el tema de las “nochecitas”?
—Vamos a valorarlo.

—¿Harfuch vendrá nuevamente?
—Sí, en aproximadamente quince días regresa.

A partir de aquí, el tono del análisis político se eleva. Se acusa al populismo de mentir de forma constante y de no buscar credibilidad ante la ciudadanía, sino únicamente mantenerse en el poder a cualquier costo. Se recuerda un episodio del pasado, cuando una oposición fuerte logró frenar decisiones importantes, algo que hoy, se afirma, ya no ocurre.

Se señala que existe una simulación permanente, un espectáculo político que no atiende los problemas reales del país, como la violencia. Se critica que no haya un posicionamiento claro frente a la inseguridad ni una defensa abierta de las autoridades locales frente a estos ataques.

Se afirma que este es, en los hechos, el séptimo año del mismo proyecto político, y que muchas expectativas de cambio se han visto frustradas. Se menciona que el asesinato de Carlos Manso representó un punto de quiebre, incluso a nivel nacional, evidenciando fisuras en el discurso oficial.

Se sostiene que el verdadero problema para ciertos sectores del poder no es solo Grecia Quiroz como figura, sino lo que representa: la continuidad de un movimiento independiente que desafía el monopolio de la lucha social que tradicionalmente ha reclamado un solo partido.

El sombrero se ha convertido en un símbolo, y por eso se busca proteger legalmente el nombre y el movimiento. Esto ha generado críticas, pero también ha dejado claro que existe una disputa por el control simbólico y político del movimiento.

Se recuerda la secuencia de hechos: el asesinato de Carlos Manso, las manifestaciones posteriores, la respuesta del Estado y, posteriormente, la intervención política desde los niveles más altos del poder.

Se cuestiona qué se celebra y con qué recursos se organizan movilizaciones masivas, señalando que existe una estructura de apoyo desde gobiernos locales y estatales con fines políticos rumbo al 2027.

Finalmente, se concluye que más que una celebración, se trata de apuntalar a un gobierno debilitado frente a una creciente inconformidad social que se manifiesta en distintos sectores del país.