Hoy nos sumergiremos en la historia de una película que marcó la historia del cine mexicano: Tisoc, protagonizada por dos grandes íconos del cine mexicano: Pedro Infante y María Félix. Esta película no solo fue un hito en su época, sino que estuvo rodeada de muchos detalles interesantes y curiosidades que hoy, más de 60 años después, siguen fascinando a los amantes del cine.
En este artículo exploraremos las razones por las que María Félix no quería hacer esta película junto a Pedro Infante, la historia detrás de su participación, y también el contexto del filme que se convirtió en un gran éxito.
El Inicio de “Tisoc”
La filmación de Tisoc comenzó en mayo de 1956, bajo la producción de Matuk Films, una productora que pertenecía a Antonio Matuk, quien también era apoderado de Pedro Infante. La dirección corrió a cargo de Ismael Rodríguez, quien ya había trabajado con Infante en varias películas y era uno de sus directores favoritos. De hecho, esta sería la penúltima película que Ismael dirigiría a Pedro Infante, y sería la última vez que trabajaron juntos en la pantalla grande.
A lo largo de la película, las canciones también se destacan como parte importante de la trama. Entre ellas, podemos mencionar “Ave María”, “Te quiero más que a mis ojos” y “Posito de Nacaquinia”. Cada una de estas melodías estuvo pensada para conectar con la esencia de los personajes y el guion.
María Félix y su Reluctancia para Participar
Lo que más llama la atención de esta película es la participación de María Félix, quien, a pesar de ser una estrella consagrada, no tenía muchas ganas de ser parte de este proyecto. En entrevistas posteriores, ella misma reveló que hubo varias razones por las cuales no quería hacer esta película.
En primer lugar, a María no le gustó el personaje que le asignaron. Ella no estaba de acuerdo con que su rostro fuera comparado con el de una figura religiosa en el guion. La idea de tener que representar un personaje de esa naturaleza no le agradaba en lo absoluto. Pero esa no fue la única razón. Además, el personaje de Pedro Infante, Tisoc, tampoco le parecía adecuado. María consideraba que los nativos no tenían nada que ver con la representación que se daba de Pedro en el filme, tanto en términos físicos como de personalidad. No solo la apariencia de Infante en el papel le parecía fuera de lugar, sino también la forma en que se desarrollaba su personaje.
Aunque inicialmente se mostró reacia, la producción logró convencerla a través de un proceso de negociación. Según relatos de María, para llegar a un acuerdo, el director Ismael Rodríguez tuvo que hipotecar su casa para poder pagar el precio elevado que María exigió para participar en el proyecto. Además, Pedro Infante, conocido por su generosidad y carisma, también ayudó a convencer a la estrella. Infante le llevó serenatas a la casa de María, en donde incluso cantó con mariachi, y le regaló varios obsequios, entre ellos una guitarra y una esclava, que ella atesoró.
Pedro Infante y María Félix: La Relación Profesional
A pesar de las tensiones iniciales, María Félix y Pedro Infante terminaron siendo colegas profesionales en Tisoc. En fotos inéditas de ese entonces, podemos ver a los dos actores juntos en la finca de María, ubicada en Catipoato, donde Pedro la visitaba para seguir con el proceso de convencimiento. Las fotografías muestran a un Infante algo intimidado, pero también más relajado a medida que avanzaba el rodaje.
Lo curioso de esta relación fue la falta de un beso entre los dos en la película. A lo largo de los años, se ha especulado sobre el motivo detrás de esta decisión. Algunos sostienen que Pedro Infante nunca besó a María Félix por respeto a su difunto esposo, Jorge Negrete, ya que para ese entonces María era viuda del famoso “Charro Cantor”. Sin embargo, otros aseguran que tanto María como Pedro eran profesionales y que si el guion lo hubiera exigido, el beso habría sido parte de la película. Lo que parece más probable es que el director, Ismael Rodríguez, prefirió no forzar una situación incómoda entre los dos artistas, ya que ambos tenían un profundo respeto el uno por el otro.
El Legado de “Tisoc”
Finalmente, Tisoc se estrenó el 23 de octubre de 1957, más de un año después de que comenzaran las filmaciones. Sin embargo, Pedro Infante ya había fallecido seis meses antes, el 15 de abril de 1957, por lo que no llegó a ver el resultado en los cines. La película, a pesar de la ausencia de Infante en su estreno, fue un éxito rotundo y sigue siendo recordada como una de las grandes producciones del cine mexicano.
La historia detrás de Tisoc es una mezcla de trabajo, respeto y algunas tensiones en el set, pero también de dedicación y entrega por parte de dos de los grandes artistas que jamás dejarán de ser parte del legado del cine mexicano. La película se mantiene como un testimonio de la relación profesional entre dos leyendas del cine, y su historia sigue siendo una de las más fascinantes de esa época dorada del cine nacional.