En abril de 1989, mientras residía en Buenos Aires, Guy Williams desapareció de manera misteriosa.
Para el 6 de mayo, vecinos preocupados alertaron a las autoridades al no verlo durante varios días.
Al ingresar a su apartamento en la calle Ayacucho, la policía encontró al actor muerto, solo, varios días atrás.
La causa oficial fue un aneurisma cerebral, probablemente ocurrido alrededor del primero de mayo.
No era la primera vez que Williams sufría esta condición, ya que en 1983 había sobrevivido a un aneurisma en California.
Su amigo cercano Fernando Lupis recordó que no habían tenido noticias de él en días y que la preocupación de los vecinos fue lo que llevó al descubrimiento.
Fue un momento desgarrador para quienes lo conocían y amaban.
Williams fue enterrado en el mausoleo de la Asociación de Actores Argentinos, un honor poco común para un extranjero, lo que refleja el cariño y respeto que ganó en Argentina.
A lo largo de los años, surgieron muchos rumores sobre las circunstancias de su muerte.Araceli Lisazo, su pareja argentina en ese momento, insistió en que Guy Williams murió el primero de mayo y no el 30 de abril, como se había reportado inicialmente.
Araceli compartió detalles conmovedores, como que Guy había prometido llamarla el día de su cumpleaños, el 1 de mayo, pero nunca lo hizo.
Ella también expresó sospechas sobre la causa oficial, sugiriendo que pudo haber habido juego sucio o incluso envenenamiento, aunque el informe forense indicaba muerte natural.
Araceli recordó con dolor cómo descubrió que Williams había fallecido solo en su departamento y cómo ella no pudo verlo debido al estado en que se encontraba.
La relación entre ambos fue profunda, y su pérdida fue un golpe devastador.
Un aspecto menos conocido de la vida de Guy Williams fue la tensa relación con sus hijos, especialmente con su hijo Steve.
Según reportes, la ruptura se produjo cuando Steve expresó su deseo de seguir una carrera política, algo que Williams no aprobó.
Esta fractura familiar llevó a que Steve no regresara a Argentina después de 1983, año en que fue la última vez que padre e hijo se vieron.
A pesar de esta distancia, Fernando Lupis y otros amigos cercanos mantuvieron un vínculo con Williams hasta su muerte.
La hija de Guy, Tony (nombre real Antuanette), también habló abiertamente sobre su padre en una entrevista en 2019, aclarando muchos de los rumores y mostrando que, pese a la distancia física, el amor familiar nunca se rompió completamente.
Tony, nacida en 1958 en California, siguió los pasos de su padre en la actuación y habló sobre su infancia con un padre famoso.
Recordó cómo, a pesar de la fama, su padre era un hombre de familia que disfrutaba pasar tiempo con sus hijos jugando juegos o mirando las estrellas.
También mencionó las dificultades de crecer con un padre tan conocido, como la imposibilidad de salir libremente en público.
Ella destacó que, aunque Guy Williams vivió sus últimos años en Argentina, mantuvo una comunicación constante con su familia en Estados Unidos a través de cartas y llamadas.
Tony expresó su deseo de visitar Argentina algún día, dado el papel importante que el país tuvo en la vida de su padre.
Nacido como Armando Joseph Catalano, Guy Williams creció en el Bronx y comenzó su carrera como modelo antes de convertirse en actor.
Adoptó su nombre artístico por consejo de su agente para evitar que su nombre original sonara demasiado extranjero.
Firmó con Metro Goldwyn Mayer en 1946 y debutó en la pantalla grande en 1947.
Su gran salto a la fama llegó con la serie *El Zorro*, producida por Walt Disney, donde interpretó al apuesto héroe Don Diego de la Vega.
Para prepararse, retomó sus clases de esgrima y tomó lecciones de guitarra, convirtiéndose en una figura icónica de la televisión estadounidense durante finales de los años 50.
Tras *El Zorro*, protagonizó la serie de ciencia ficción *Lost in Space*, consolidando su lugar en la cultura pop.
A finales de los años 70, se mudó a Buenos Aires, donde fue recibido con gran cariño y admiración por el público argentino.
Guy Williams tuvo varias relaciones importantes a lo largo de su vida.
Su primer matrimonio fue con Janice Cooper, con quien tuvo dos hijos.
Más tarde, en Argentina, mantuvo una relación complicada con Araceli Lisazo, debido a que aún no estaba legalmente divorciado de Janice.
Posteriormente, conoció a Patricia, quien se convirtió en su gran amor en sus últimos años.
Patricia recordó con cariño su relación y desmintió rumores sobre un posible matrimonio con Araceli, afirmando que Guy siempre fue honesto con ella.
También mencionó que consideraron formar una familia juntos, pero la muerte de Williams truncó esos planes.
La muerte de Guy Williams desató rumores sobre su considerable fortuna, que se estimaba en aproximadamente 10 millones de dólares en 1989 (equivalente a unos 20 millones hoy).
Sin embargo, según su hija Tony, esta riqueza se debió a inversiones inteligentes y no a actividades dudosas.
Después de su muerte, surgieron conflictos familiares sobre la herencia y la gestión de sus bienes, especialmente entre su hijo Steve y Fernando Lupis.
Algunos objetos valiosos, como el icónico disfraz de El Zorro, estuvieron en disputa legal, reflejando las tensiones que marcaron el final de la historia de Williams.
Además de su carrera artística, Guy Williams mostró un fuerte sentido de patriotismo.
En 1982, durante la Guerra de las Malvinas, se ofreció voluntariamente para servir como conductor de ambulancia, aunque no fue convocado.
En Argentina, fue honrado por veteranos de guerra con una placa conmemorativa que incluía una “Z”, símbolo de su papel más famoso.
Sus últimos años en Argentina consolidaron su lugar en el corazón del pueblo argentino, donde falleció en 1989.
Más allá de su fama, Guy Williams es recordado como un hombre apasionado por la vida, la familia y sus convicciones.
La historia de Guy Williams es la de un ícono de Hollywood que vivió entre la fama y la privacidad, el amor y la soledad, la admiración y el misterio.
Su hija Tony ha aportado luz a muchos de los rumores y ha mostrado que, pese a las dificultades, el vínculo familiar y el legado de Williams permanecen vivos.
Hoy, su figura sigue siendo celebrada tanto en Estados Unidos como en Argentina, y su interpretación de El Zorro continúa inspirando a nuevas generaciones.
La verdad sobre sus últimos días finalmente ha sido confirmada, cerrando un capítulo importante en la historia de este inolvidable actor.