Gonzalo Miró sorprendió en ‘Espejo Público’ al frenar la intervención de Isabel Rábago y calificarla de “estafa”, provocando una explosión de reacciones en las redes sociales. ¿Qué sucedió realmente en el plató con esos detalles ocultos que están avivando el debate social en España?

‘Espejo Público’ se ha zambullido de lleno este miércoles en el debate sobre el acceso a la vivienda de los jóvenes y la precariedad laboral que les impide disfrutar de su tiempo libre.

Si bien la activista Clara Galeote no ha dudado en exponer los problemas de su generación en el espacio de Antena 3, Isabel Rábago no ha tardado en echar por tierra sus quejas, ganándose una reprimenda inmediata de Gonzalo Miró.

“Si el alquiler te cuesta 1.000 euros, ¿qué sueldo te queda?”, comenzaba exponiendo la activista invitada al matinal de Antena 3 de este miércoles, que ha reflexionado junto a los colaboradores de ‘Más Espejo’ sobre el papel que el trabajo tiene en la vida de las generaciones más jóvenes y cómo gran parte de este se destina a los alquileres abusivos.

Gonzalo Miró se planta contra el discurso de Isabel Rábago sobre los jóvenes y el trabajo.

Ante su denuncia, Miquel Valls ponía en contexto el discurso de muchos de muchos empresarios.

“Dicen que los jóvenes no quieren trabajar tantas horas o que no se quieren sacrificar”, explicaba el colaborador de ‘Espejo Público’.

“Es que yo no vivo para trabajar, trabajo para vivir. Hay un cambio generacional y queremos vivir”, aseguraba Clara Galeaote, sentada en el sofá junto a Gonzalo Miró.

“El problema que planteáis vosotros también lo hemos vivido las personas que fuimos jóvenes en algún momento.

Cuando yo me independizo con 23 años, yo tampoco tenía mucho en mi cuenta.

Es una cultura del esfuerzo, no puede ser que te quieras rascar la barriga y le sigas pidiendo dinero a tus padres“, ha espetado entonces Isabel Rábago,rechazando de lleno el planteamiento de la activista.

Ha sido entonces cuando Gonzalo Miró le ha parado los pies. “Esto no va de que los jóvenes no quieren currar.

Los jóvenes tienen más acceso al trabajo y ganan más, pero la vivienda está tan cara que no se puede.

Estamos en un país en el que la vivienda se utiliza como un negocio, en vez de ser un derecho constitucional”, advertía el tertuliano mientras la periodista insistía en la dejadez y comodidad de los más jóvenes.

“La cultura del esfuerzo es mentira porque somos la generación mejor formada y la que peores condiciones tiene”, sentenciaba entonces la activista en mitad del cruce de opiniones.

“En el 2007 los precios también estaban por las nubes y te tenías que esforzar para comprarte una casa.

Me parece una estafa que con mis impuestos le esté pagando el paro a niños que lo único que quieren es disfrutar del verano”, aseguraba Rábago.

Pero según la periodista continuaba quejándose sobre los casos de jóvenes que prefieren disfrutar del subsidio de desempleo durante los meses de verano a buscar trabajo, Gonzalo Miró ha terminado reconduciendo la tertulia.

“Este debate no va de la cultura del esfuerzo, va del precio de la vivienda”, aclaraba el comunicador, echando por tierra las quejas de la periodista.