Estaba previsto que ayer 28 de junio, Rocío Carrasco se viera las caras con Antonio David,
Rocío y David Flores en los tribunales, en la primera vista oral por su demanda por un supuesto delito de abandono de familia, por el que la Fiscalía y su propio hijo reclaman un año de cárcel para ella y una multa de entre 15.000 y 19.000 euros,
por el impago entre febrero de 2018 y julio de 2021 de la pensión que debía abonarle. Sin embargo, la heredera universal de la Jurado no se presentó en sede judicial por una razón, de momento, desconocida y el juicio tuvo que aplazarse.
Un platón que no ha sentado nada bien a su hija, Rocío Flores, que se ha sincerado en el canal de Youtube “Derecho al corazón” sobre lo que vivió ayer y todo por lo que ha pasado en los últimos años, desde que se estrenó la serie documental “Rocío, contar la verdad para seguir viva”.

“Vivo en un infierno todos los días de mi vida”, comienza diciendo la influencer. Al parecer, Flores llegó muy nerviosa al Juzgado de lo Penal de Madrid porque pensaba que iba a encontrarse con su madre, un encuentro que finalmente no se produjo y para el que se estuvo mentalizando horas antes: “Nosotros nos hemos presentado en el juzgado, y para sorpresa nuestra, no estaba ella. He tenido una mañana brutal porque iba a ser la primera vez que la tuviese que ver y la verdad es que estaba bastante nerviosa”.