Elizabeth Gutiérrez, reconocida actriz y modelo estadounidense, ha compartido recientemente detalles sobre su infancia en California, revelando las dificultades que enfrentó junto a su numerosa familia. Siendo la menor de siete hermanos, Gutiérrez creció en un hogar donde las limitaciones espaciales y económicas eran evidentes. En una entrevista con Clarissa Molina, mencionó que, aunque la casa contaba con tres habitaciones, ella y sus cinco hermanas debían compartir una sola, mientras que su hermano tenía su propio cuarto y sus padres ocupaban el tercero.
La habitación compartida por las seis hermanas solo disponía de dos camas, lo que las obligaba a turnarse para dormir en ellas o en el suelo. Gutiérrez recordó: «Había dos camas, entonces rodábamos. Dos dormían en una, en el piso y así nos íbamos rotando». Además, todas compartían un solo clóset, lo que limitaba considerablemente el espacio para su ropa y pertenencias personales.
Otro desafío diario era el uso del único baño disponible para toda la familia, lo que complicaba las rutinas matutinas. A pesar de estas dificultades, Gutiérrez enfatiza que la unión y el amor familiar siempre prevalecieron. Expresó su gratitud por haber crecido en una familia tan unida y numerosa, destacando que, aunque enfrentaron momentos difíciles como cualquier familia migrante, los valores y principios inculcados fueron fundamentales en su formación.
Estas experiencias de su niñez han moldeado la perspectiva de Elizabeth Gutiérrez sobre la vida y la han preparado para enfrentar los desafíos en su carrera y vida personal. Actualmente, es madre de dos hijos, Kailey y Christopher, fruto de su relación con el actor cubano William Levy. Gutiérrez ha mencionado en diversas ocasiones que la maternidad es su mayor proyecto de vida y que se esfuerza por transmitir a sus hijos los valores de unión y resiliencia que aprendió durante su infancia.