La mañana del 8 de diciembre de 2025 dejó a la comunidad artística del norte de México sumida en una incredulidad absoluta.
La muerte repentina de Jesús Alberto González Galván no solo tomó por sorpresa a colegas y seguidores,
sino que abrió un espacio de dudas, especulaciones y silencios que hoy siguen alimentando el debate público.
¿Cómo pudo partir tan inesperadamente un comediante que apenas semanas antes promocionaba sus presentaciones de temporada? La falta de información oficial y el hermetismo de la familia han convertido su fallecimiento en uno de los episodios más comentados del año.

Jesús Alberto González, reconocido en todo Monterrey bajo el nombre artístico “El Cometa Show”, fue durante muchos años una de las voces más queridas del stand up local.
Su éxito se construyó sobre un estilo directo, cercano y profundamente norteño, basado en relatos cotidianos, anécdotas familiares y situaciones de barrio que lograban arrancar risas auténticas al público.
Para miles de personas, El Cometa Show era más que un comediante: era una presencia constante en bares, foros y plataformas digitales, un contador de historias que hablaba el mismo idioma emocional que su audiencia.
Nacido en una familia dedicada al espectáculo, e hijo del artista Jesús González Leal, conocido como “Chis Chas”, El Cometa creció entre escenarios, luces y rutinas humorísticas.

Ese entorno moldeó su intuición escénica y su capacidad para conectar con el público. Desde sus primeros años en espacios pequeños hasta su consolidación en lugares emblemáticos como El Unicornio Azul Monterrey y Zagar Comedy Bar, su trayectoria fue ascendiendo sin escándalos, sin controversias y con el respaldo fiel de quienes apreciaban su autenticidad.
A lo largo de su carrera participó en festivales de stand up, colaboró con colectivos que impulsan talentos emergentes y se convirtió en una figura clave para los nuevos comediantes que encontraban en él un referente amable y generoso.
Para la escena local, El Cometa Show era un colega, un mentor y, sobre todo, un amigo leal.
Cuando comenzaron a circular los primeros rumores sobre su fallecimiento, la reacción inmediata fue de incredulidad total.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de preocupación, hasta que, entrada la noche, la confirmación oficial transformó la preocupación en luto.

El comediante Mike Salazar escribió un mensaje que resonó con muchos: una despedida para “un artista que vivió desde la honestidad”, reiterando la huella humana y profesional que El Cometa había dejado a su paso.
Los espacios más representativos de la comedia regiomontana también expresaron su pesar, recordando su calidez, su disciplina y la energía que transmitía cada noche en el escenario.
Mientras tanto, el público compartió recuerdos emotivos: “No dejé de reír ni un solo minuto”, “Lo vimos en una de nuestras primeras citas y lo recordaremos siempre”. Estos testimonios dibujan la verdadera dimensión de su impacto.
Sin embargo, en medio de la tristeza, una pregunta comenzó a crecer: ¿de qué murió realmente Jesús Alberto González Galván? Hasta ahora, la familia no ha revelado información alguna, y aunque en redes sociales circulan hipótesis sobre una posible crisis cardiaca, ninguna ha sido confirmada.

La ausencia de datos oficiales ha alimentado la incertidumbre, dando paso a un escenario donde la especulación sustituye al hecho comprobado.
Su última publicación en Facebook, fechada el 29 de octubre, se transformó en un improvisado memorial digital. En ella agradecía los mensajes de cumpleaños mientras trabajaba en Zagar Comedy Bar.
Hoy, ese post está cubierto de palabras de despedida, gratitud y dolor, un reflejo de cómo su partida tocó a una comunidad entera.
Aunque las razones de su muerte permanezcan envueltas en silencio, el legado que deja El Cometa Show es innegable.
Su estilo auténtico, su cercanía con el público y su identidad profundamente regiomontana marcaron un antes y un después en la comedia local.

No necesitó grandes producciones ni escándalos mediáticos; lo que lo hizo memorable fue su habilidad para hacer reír desde la verdad y la sencillez.
La frase que hoy se repite en redes sociales resume el sentimiento colectivo: “Tu sonrisa vivirá para siempre.”
Hasta que la familia o las autoridades emitan un comunicado oficial, las causas de su fallecimiento seguirán siendo una incógnita.
Lo que sí está claro es que su ausencia deja un vacío irremplazable en el corazón de quienes alguna vez encontraron alegría en su voz, su humor y su presencia sobre el escenario.