Antonio Revilla no necesita carta de presentación, aunque probablemente la tenga: elegante, perfumada y servida en un restaurante de lujo en Marbella. Este nieto del mítico Emiliano Revilla, el “rey del embutido”, está conquistando no solo el universo inmobiliario con su holding millonario, sino también las páginas del corazón, con un currículum sentimental tan dinámico como sus negocios.
En el último capítulo de su vida amorosa, Antonio ha sido relacionado nada menos que con Hiba Abouk, la actriz que vuelve a estar en boca de todos tras su separación de Achraf Hakimi. El empresario y la intérprete fueron vistos en un cine madrileño, alimentando los rumores de un nuevo romance.
Pero, claro, en el universo Revilla, la estabilidad no es un ingrediente básico. Apenas unas semanas antes, Antonio aparecía en titulares por una posible reconciliación con Laura Matamoros, una de sus ex más mediáticas y madre de su hijo Mateo. ¿Confundidos? No se preocupen, porque en este triángulo de guapas y famosos, siempre hay giros de guion.
Del Instagram al corazón: modus operandi del nietísimo
Si hay algo que Antonio Revilla domina, además del arte de diversificar su patrimonio, es el de enamorar a través de las redes. Laura Matamoros, Laura Ribot (otra de sus ex y madre de su primer hijo), e incluso Patricia Conde, han sido parte del casting sentimental del empresario, muchas veces iniciado con un follow en Instagram. Según su círculo, Antonio combina su carisma digital con una habilidad natural para seducir en persona. Las flores y las cenas románticas funcionan, pero lo que realmente triunfa son sus declaraciones públicas de amor… a su abuelo.
Porque si algo ha quedado claro, es que Antonio adora a Emiliano Revilla. “Te quiero abuelo”, escribió recientemente junto a una foto del patriarca. Y no es para menos: Emiliano no solo es una leyenda del embutido y superviviente de un secuestro de 249 días a manos de ETA, sino también el inspirador del espíritu emprendedor de Antonio.
Más allá del chorizo: un empresario de altos vuelos
Aunque la familia Revilla sigue vinculada al negocio cárnico, Antonio ha optado por diversificar, centrando sus esfuerzos en el sector inmobiliario. Su empresa Portofino Buildings SL, fundada en 2021, no solo tiene un nombre digno de un yate en la Costa Azul, sino que ha generado una facturación de casi 4 millones de euros en el último ejercicio. Con un total activo de 101,1 millones de euros, Antonio es la prueba viviente de que “el que no corre, vuela”.
Pero no solo de ladrillos vive este magnate. También tiene intereses en Reolso Inversiones SL, donde comparte el timón con su hermana y su padre, y en The Kongagency SL, una curiosa aventura empresarial dedicada a la comida para eventos. Es decir, desde propiedades de lujo hasta catering, pasando por su célebre presencia en las noches de Marbella, Antonio demuestra que sabe estar en todos los frentes.
El apuesto heredero del chorizo más famoso
Si quieren cruzarse con este galán multifacético, Marbella es el lugar. Asiduo del glamuroso Puente Romano y de las veladas en “La Plaza”, Antonio se mueve como pez en el agua entre copas de champán y luces tenues. Un auténtico “boho chic” que, entre negocios millonarios y romances de portada, está escribiendo su propia historia como el nieto que no solo heredó un imperio de chorizos, sino también el arte de dar siempre algo de qué hablar.
Eso sí, entre Hiba, Laura y su frenética agenda empresarial, Antonio demuestra que, en su vida, siempre hay espacio para un nuevo capítulo. ¿Cuál será el próximo? Si algo está claro, es que con él, nunca faltarán sorpresas… ni titulares.