Proveniente de una familia con gran interés musical, su hermano Napoleón Mercado fue cantante del grupo Los Rivales, y Jairo siguió sus pasos para convertirse en uno de los artistas más importantes del género.
Su legado incluye la fundación del Combo de las Estrellas, una agrupación que marcó la historia de la música tropical en Colombia durante casi cinco décadas.
Jairo comenzó su carrera en su ciudad natal, Planeta Rica, donde se acercó al maestro Álvaro Velázquez para iniciar su camino en la música.
Con una guitarra al hombro y una voz única, pronto se trasladó a Medellín, epicentro de la música tropical en Colombia en esa época, donde se unió a la orquesta de su hermano Napoleón y a otros grupos destacados como Los Graduados.
Durante su carrera, Jairo fue guitarrista, compositor, cantante y bajista, y su talento le permitió consolidarse como uno de los cantantes tropicales más icónicos, solo detrás de grandes figuras como Rodolfo Aicardi y Gustavo “El Loco” Quintero.
Canciones como “Te lo juro yo”, “Plegaria Vallenata” y “Triste Navidad” se convirtieron en clásicos que aún hoy se escuchan especialmente en la época navideña.
El Combo de las Estrellas, fundado por Jairo, fue una de las agrupaciones más importantes y duraderas de Colombia, con más de 47 años de trayectoria.
Este grupo no solo destacó a nivel nacional sino también internacional, fusionando estilos como el flamenco y la música tropical, creando un sonido único que marcó una época.
Jairo fue codirector del grupo durante 14 años y su voz fue fundamental para el éxito de la banda.
La agrupación se convirtió en un referente en la música tropical, y su influencia sigue vigente en la actualidad.
Una anécdota famosa cuenta cómo Jairo le dio la oportunidad de cantar a un joven desconocido en Valledupar, que resultó ser Diomedes Díaz, quien más tarde se convertiría en una leyenda del vallenato.
Los años 80 fueron tiempos difíciles para Colombia, marcados por la violencia y la inseguridad, especialmente en Medellín.
La delincuencia y los conflictos armados afectaron a todos los sectores, incluyendo la música.
Los artistas tropicales, como Jairo y el Combo de las Estrellas, eran frecuentemente contratados para tocar en fiestas de grupos al margen de la ley, lo que ponía en riesgo su seguridad.
El ambiente era peligroso, con toques de queda y la constante amenaza de violencia en las calles.
En este contexto, la música tropical se convirtió en un refugio para muchos, pero también estuvo rodeada de tragedias y pérdidas.
El 22 de septiembre de 1989, Jairo Paternina se encontraba listo para salir al escenario en un evento en el estadero Doña Clarita, en Medellín.
Sin embargo, minutos antes, seis hombres armados irrumpieron en el lugar, desatando el caos.
Cuatro de ellos controlaron a los empleados mientras otros dos se dirigieron directamente a Jairo, a quien asesinaron en un acto que conmocionó a la ciudad y al país.
Aunque las investigaciones fueron superficiales, surgieron diversas especulaciones sobre las causas de su muerte.
Algunos rumores apuntaban a deudas o problemas personales, mientras que otros sugerían una confusión relacionada con un secuestro ocurrido en una finca que Jairo había vendido meses antes, aunque la transacción nunca se concretó.

Se dice que el padre de la niña secuestrada, un capo poderoso en Medellín, confundió a Jairo con alguien involucrado en el caso y ordenó su asesinato.
La familia de Jairo decidió guardar silencio por temor a represalias, y el caso quedó impune.
A pesar de su trágico final, la música de Jairo Paternina sigue viva.
Canciones como “Triste Navidad” se han convertido en himnos de la temporada decembrina en Colombia y continúan siendo parte del repertorio de muchas emisoras y agrupaciones.
El Combo de las Estrellas continúa su labor musical, rindiendo homenaje a Jairo y manteniendo su memoria presente.

Su historia es un reflejo de la pasión por la música tropical y de los tiempos difíciles que vivió Colombia.
Jairo Paternina no solo dejó un legado artístico, sino también un ejemplo de perseverancia y amor por la cultura musical de su país.
La vida y muerte de Jairo Paternina son una muestra de cómo el talento y la creatividad pueden brillar incluso en medio de la adversidad.
Su contribución a la música tropical colombiana es invaluable, y su voz sigue resonando en los corazones de quienes disfrutan de este género.
Aunque su final fue trágico y marcado por la violencia, su legado musical permanece intacto, recordándonos la importancia de la cultura y el arte como herramientas de resistencia y esperanza en tiempos difíciles.