La pregunta que divide a la opinión pública no es quién los mató, sino por qué murieron.
Entre las teorías de narcotráfico, traición y dinero, surge una hipótesis mucho más perturbadora: B King podría haber muerto por amor, no por dinero.
Según la reconocida periodista Negra Candela, quien mantiene estrechos vínculos con el mundo del espectáculo mexicano, Regio Clown (B King) mantenía una relación sentimental secreta con un influyente capo de Ciudad de México.
“No era un rumor —todo el mundo en el medio lo sabía”, afirmó. El narco, fascinado por el DJ colombiano, le habría abierto las puertas del lujo y la fama: fiestas exclusivas, drogas sintéticas, y un círculo de poder donde la música electrónica y el crimen organizado bailaban al mismo ritmo.
Pero en ese mundo, el amor no es ternura, sino posesión.
Todo estalló con la llegada de Viking, un amigo cercano de B King, también colombiano. Regio lo invitó a México, le consiguió una suite de lujo y lo integró a su vida cotidiana.
En pocas semanas, comenzaron los rumores: alguien le dijo al capo que Viking era “el nuevo amante”. La humillación fue insoportable.

Según fuentes cercanas a la investigación, el narco reaccionó con una ira desmedida: “histérico, fuera de sí, cegado por los celos”. Días después, los dos colombianos desaparecieron.
Los cuerpos fueron hallados con signos de tortura indescriptibles. A Regio Clown le arrancaron los dientes, mientras que a Viking le cortaron los dedos.
Los peritos describieron el crimen como “atroz, cruel”, un acto de sevicia —una violencia ejecutada con placer sádico, impulsada por el dolor emocional más que por un móvil económico.
No hubo robo, ni señales de ajuste de cuentas: todo indica un arrebato pasional llevado al extremo.
Aunque B King también era sospechoso de distribuir “Tusi” (cocaína rosa) en fiestas de élite, una droga de moda entre modelos, actores y empresarios, los indicios sugieren que su final fue más íntimo que criminal.

Quizá el capo se sintió traicionado no solo en los negocios, sino en el corazón. Celos, poder y orgullo formaron el cóctel mortal que acabó con su vida.
Negra Candela, cuya fuente es “fidedigna y cercana al entorno”, aseguró en su programa:
“En el mundo del narco, el amor no existe. Solo la posesión… y la venganza.”
Sus palabras resumen el trasfondo de este caso: una historia donde la pasión se confundió con dominio, y el deseo terminó en muerte.
Los investigadores de la Fiscalía de la Ciudad de México mantienen abiertas varias líneas, incluida la participación de Juan Camilo Gallego, mánager de Viking, quien habría conocido detalles del viaje y callado por miedo.

Mientras tanto, la sociedad mexicana observa atónita un caso donde las fronteras entre el amor y la violencia se disuelven.
B King, el DJ que hacía vibrar los escenarios con su música, fue silenciado en medio de una sinfonía de celos y sangre.
Hoy, más que una simple historia criminal, su muerte se ha convertido en un símbolo de advertencia: en un mundo donde el dinero y el deseo se entrelazan, el amor puede ser la forma más peligrosa de morir.