La celebración del 70º cumpleaños de Ana Obregón, junto con el segundo aniversario de Ana Sandra, ha generado un intenso debate.
La presentadora compartió este momento especial en una exclusiva con la revista ‘¡Hola!’, lo que ha provocado un aluvión de críticas. Mientras algunos defienden su papel como abuela y cuidadora de la menor, otros consideran que está sobreexponiéndola.
Obregón acudió al programa ‘Y ahora Sonsoles’, donde expresó su malestar por las reacciones negativas. “Cada cosa que hago se convierte en revuelo.
Hay una falta de empatía y de sensibilidad total”, lamentó, asegurando que solo ha querido cumplir la última voluntad de su hijo Aless Lequio. En este sentido, defendió su decisión con una pregunta contundente: “Que levante la mano la madre que no hubiese cumplido el último deseo de su hijo”.

La actriz también reivindicó su derecho a compartir los momentos importantes de su vida: “Yo no hago daño a nadie. Es mi nieta, mi hija adoptiva y hago con mi vida lo que me da la real gana. ¡Se acabó! ¡Y al que le pique, que se rasque!”. Además, señaló que sus exclusivas tienen un fin solidario: “He hecho una exclusiva, pero nadie habla de que he donado todos los derechos de autor del libro de mi hijo a la Fundación Aless Lequio. ¿Soy mala? Esa niña no puede tener más amor”.
Sin embargo, en medio de la conversación, Ana Obregón sorprendió al anunciar un cambio en su actitud frente a la exposición pública de su nieta. “A partir del año que viene, mi niña no va a aparecer en ningún lado. Dentro de muy poquito, Anita no aparecerá en ningún lado”, reveló.
