Carmen Dominicci regresa a la televisión a los 58 años para revelar su vida personal y profesional llena de escándalos, desafíos y secretos.
A lo largo de su carrera, enfrentó divorcios, acusaciones de violencia y despidos abruptos, pero se reinventó como bloguera de viajes y defensora de causas humanitarias.

A los 58 años, Carmen Dominicci, una de las figuras más icónicas de la televisión puertorriqueña, ha decidido romper su silencio y contar la verdad oculta detrás de su vida personal y profesional.
Conocida por su carisma y belleza, Carmen fue una estrella brillante que entregó noticias de última hora a millones de personas.
Sin embargo, su vida estuvo marcada por escándalos, divorcios y secretos que la llevaron a alejarse del foco público durante años.
Ahora, regresa para revelar lo que realmente sucedió a puertas cerradas.
“Siempre he creído que la vida es demasiado corta para quedarte atrapada en un solo camino”, dice Carmen con determinación.
“He pasado por mucho, y ahora quiero compartir mi historia”.
Desde su infancia en Ponce, Puerto Rico, donde nació el 15 de julio de 1966, Carmen mostró desde temprana edad su interés por el modelaje y la actuación.
En 1988, ganó la corona de Miss Puerto Rico, lo que le abrió las puertas a su carrera en el mundo del entretenimiento.
“Soy Carmen Dominicci, tengo 21 años y represento al dulce pueblo de Guayanilla”, proclamó con orgullo durante el certamen de Miss Mundo, donde se convirtió en primera finalista.
A lo largo de los años, Carmen se consolidó como una de las corresponsales más respetadas de Puerto Rico, destacándose por su trabajo en varios canales de televisión.
Su carrera alcanzó un pico en la década de 1990, cuando se unió a Telemundo, donde cubrió eventos importantes como el escándalo de un expresidente y los atentados del 11 de septiembre.
Sin embargo, su vida personal estuvo plagada de tumultos.
En 1989, se casó con el actor Osvaldo Ríos, pero el matrimonio terminó en medio de acusaciones de violencia doméstica.
“Fue un capítulo doloroso, pero he aprendido a dejar atrás el pasado”, reflexiona Carmen.
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Después de varios años de éxito en la televisión, su salida de Telemundo fue abrupta y llena de incertidumbre.
“No renovaron mi contrato sin darme muchas explicaciones”, recuerda.
Carmen decidió entonces reinventarse y se unió a Univisión, donde continuó ganando reconocimiento.
Sin embargo, su vida amorosa siguió siendo complicada.
En 2007, se casó con el periodista Fernando del Rincón, pero la relación se tornó tumultuosa.
“A veces, las cosas funcionan y a veces simplemente no”, admite Carmen.
La pareja se vio envuelta en un escándalo mediático tras una discusión acalorada que terminó en acusaciones de violencia.
“Fernando y yo tuvimos diferencias irreconciliables.
Lo que ocurrió en la República Dominicana fue un momento profundamente desagradable”, confiesa Carmen.
Los relatos contradictorios de ambos dejaron al público con más preguntas que respuestas.
“No tengo interés en volver a verlo, sinceramente, porque creo que hay demasiado resentimiento”, afirma con firmeza.
A pesar de los escándalos, Carmen se mantuvo fuerte y continuó su carrera en los medios.
En 2009, regresó a Telemundo, donde se convirtió en una figura clave en el equipo de noticias.
“Quería seguir contando historias que importan”, dice.
Sin embargo, su tiempo en Telemundo también llegó a su fin sin mayores explicaciones.
“Me despidieron de manera abrupta, y eso fue un golpe duro”, recuerda.

Decidida a cambiar de rumbo, Carmen anunció su retiro del periodismo en 2015 para perseguir su pasión por los viajes.
“La vida es demasiado corta para no explorar el mundo”, reflexiona.
Lanzó su propio blog de viajes, “Carmen Dominicci Globe Trotter”, donde comparte sus aventuras y descubrimientos.
“Viajar es mi mayor sueño.
Cada destino es una oportunidad invaluable para enriquecer mi vida con recuerdos”, afirma con entusiasmo.
Sin embargo, su vida no ha estado exenta de desafíos.
Carmen y su hijo William han sido víctimas de amenazas de muerte, lo que llevó a la intervención de la policía y el FBI.
“A pesar del peligro, me he mantenido firme y he defendido a mi familia en las redes sociales”, dice con determinación.
Con una fortuna estimada en 10 millones de dólares, Carmen también se ha comprometido con causas humanitarias, incluyendo la concienciación sobre el cáncer ginecológico y la protección de mujeres víctimas de abuso.
“El amor ha sido un motor de motivación en mi vida, pero también he aprendido que no se puede esperar hasta la jubilación para cumplir los sueños”, reflexiona.
A pesar de sus relaciones dolorosas, Carmen se describe como soltera y asegura que su hijo Julián es “el amor de mi vida”.
Con un espíritu indomable, Carmen Dominicci ha demostrado que no hay reto demasiado grande y que ningún sueño está demasiado lejos.
“Cada encuentro, cada baile, cada mirada a una nueva cultura es valioso e irreemplazable”, concluye.
Con su regreso a la televisión, Carmen está lista para compartir su historia y seguir inspirando a otros.
“Prepárense para descubrir la historia no contada de Carmen Dominicci”, dice con una sonrisa.
“La vida es una aventura, y estoy lista para vivirla al máximo”.
