Este lunes 13 de octubre marcó el inicio de un juicio que ha capturado la atención mediática en España: la batalla legal entre Belén Esteban y su exrepresentante Toño Sanchís, acusado de apropiación indebida de más de 300.000 euros.
La audiencia tuvo lugar en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid y desde el primer momento se filtraron las declaraciones, generando un revuelo inmediato en los medios y entre el público.
Lo primero que llamó la atención fue la presencia de Javier Vasallo como abogado de Toño Sanchís, conocido por haber defendido a Rocío Carrasco en sus polémicos enfrentamientos legales.
Este detalle no pasó desapercibido y añadió un matiz inesperado al proceso.
Belén Esteban llegó acompañada de Miguel Marcos, su actual representante, mostrando un semblante serio y preocupado, muy distinto al aire relajado y confiado que mostraba Toño Sanchís al entrar en la sala.
Durante la sesión, Belén relató cómo conoció a Toño en 2008, justo después de un periodo complicado con su anterior representante, Amador Moedano.
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Según su testimonio, Toño se convirtió rápidamente en alguien cercano, casi como un miembro de la familia, al punto de que llegó a incluirlo en su testamento.
Esta relación de confianza duró alrededor de seis años, hasta que Belén comenzó a sospechar que algo no cuadraba con las finanzas y los contratos que manejaba Toño.
El punto de inflexión se produjo tras su participación en Gran Hermano VIP, cuando Miguel Marcos alertó a Belén de irregularidades.
Fue entonces cuando decidieron realizar una auditoría, especialmente tras varias inspecciones de Hacienda.
Belén explicó que Toño se negó a entregar ciertos documentos y contratos, lo que aumentó las sospechas de malversación.
La auditoría reveló que Toño se quedaba con entre el 30% y el 40% de sus ingresos, una cifra exorbitante y no acordada.
En el juicio también se mencionó la famosa casa que Toño dejó hipotecada por 260.
000 euros y en condiciones deplorables, otro punto que Belén destacó como parte del daño económico sufrido.
El contable actual de Belén corroboró estas irregularidades, señalando que, por ejemplo, Belén debía cobrar 100.000 euros por la presentación de un libro, pero solo recibió 65.000.
Además, se evidenciaron firmas dudosas en contratos gestionados por la Agencia de Servicios Laurant, vinculada a Toño y su esposa Lorena.
La defensa de Toño ha solicitado declarar en próximas sesiones, mientras que la fiscalía pide tres años y medio de cárcel por delito continuado de apropiación indebida, además de una indemnización cercana a los 350.000 euros.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, algunos analistas consideran que la pena podría ser mínima para evitar la prisión efectiva, aunque la multa sería inevitable.
Las filtraciones de las declaraciones también han puesto en evidencia contradicciones y momentos incómodos, como cuando Belén admitió que confiaba plenamente en Toño y que nunca sospechó de sus acciones, a pesar de firmar contratos que él gestionaba sin su supervisión directa.
El juicio continúa este martes con la declaración de testigos, y se espera que salgan a la luz más detalles que podrían cambiar el curso del proceso.
En el ámbito personal, Belén ha recibido muestras de apoyo, como la de Anabel Pantoja, quien le envió mensajes de ánimo para afrontar esta difícil etapa.
Por su parte, Toño Sanchís ha intentado mantener una imagen de inocencia, recordando su papel en el impulso de la carrera de Belén y negando las acusaciones.
Este caso no solo refleja un conflicto económico, sino también una historia de amistad rota, confianza traicionada y las consecuencias de mezclar relaciones personales con negocios.
Mientras tanto, el público sigue atento a cada movimiento, dividido entre quienes apoyan a Belén en su lucha por recuperar lo que considera suyo, y quienes creen que la situación es más compleja y que Toño podría estar siendo injustamente señalado.
Lo cierto es que este juicio promete seguir siendo un tema candente en los próximos días, con emociones a flor de piel y revelaciones que podrían cambiar la percepción pública de ambos protagonistas.
¿Será este el fin de la polémica relación entre Belén Esteban y Toño Sanchís?
¿O solo el comienzo de una batalla legal que dará mucho más que hablar?
Solo el tiempo y la justicia lo dirán.
Mientras tanto, las caras largas y los silencios incómodos en la Audiencia Provincial de Madrid hablan por sí solos, dejando claro que en este caso nada es tan sencillo como parece.