La guerra entre Belén Esteban y Jesulín de Ubrique parece no tener fin.

La colaboradora de televisión ha vuelto a encender la mecha tras escuchar unas declaraciones que, para ella, rozan la provocación.

El detonante fue una entrevista reciente en el programa “Gente maravillosa” con motivo de sus 200 emisiones, donde Jesulín habló de su vida personal y se definió como un padre volcado con todos sus hijos, asegurando quererlos por igual y controlarlo todo.

Además, Toñi Moreno, amiga del torero y presentadora del espacio, intervino para confirmar que había visto a Jesulín comportarse como un “padrazo” en varias ocasiones.

Estas palabras fueron la gota que colmó el vaso para Belén Esteban, que no pudo contener su malestar y lanzó un mensaje directo y contundente desde el plató de “No somos nadie”.

“Mira, Toñi Moreno, sabes que te quiero y que te tengo un cariño enorme. Pero me dio rabia. ¿Cuántas veces has visto a Jesulín jugar con su hija?”, cuestionó Belén, refiriéndose a Andrea Janeiro, la hija que Jesulín tiene en común con ella.

Pero la cosa no quedó ahí.

Belén subió el tono y lanzó una advertencia que resonó en todo el programa: “Entiendo que sea muy buen padre con los niños de Andalucía, que lo es, pero que sea la última vez que digas que lo has visto jugar con todos sus hijos, porque con una no lo ha hecho nunca. Y tú sabes por qué estoy enfadada contigo. Por lo que pasó en la peluquería de Zamorano y lo sabes perfectamente.”

Con estas palabras, Belén Esteban revelaba por primera vez el verdadero motivo de su enfado con Toñi Moreno, un episodio que hasta entonces había mantenido en privado.

Según contó, “una vez mi hija fue a la peluquería después de venir de Estados Unidos y Toñi le dijo: ‘Oye, ya me ha dicho tu padre que se está viendo contigo.’

Y mi hija le contestó: ‘Dile a mi padre que no ha venido a verme ni un día.’ No lo iba a contar, pero ya está bien.”

Este relato no solo dejó en evidencia la distancia entre Jesulín y su hija, sino que también evidenció la falta de sensibilidad que Belén percibe en Toñi Moreno al elogiar al torero sin conocer la realidad completa.

Belén quiso dejar claro que su enfado no tiene nada que ver con la amistad entre Toñi Moreno, Jesulín y María José Campanario, sino con lo que considera una falta de respeto hacia su historia personal: “No estoy enfadada porque seas amiga de ellos. Tengo muchos amigos que también lo son, pero hay cosas que duelen y tú sabes perfectamente lo que pasó.”

Además, recordó que Jesulín no mantiene relación alguna con Andrea desde hace años, y aunque pueda ser un padre excepcional con sus otros hijos, no lo es con todos.

“No quiero levantar guerras, pero ya está bien. Cada uno sabe lo que ha hecho y lo que no”, sentenció Belén.

El momento más tenso llegó cuando Kiko Matamoros intentó justificar la ausencia de Jesulín en la vida de Andrea recordando que, cuando la niña era menor, debía acudir por convenio a la finca familiar, pero Belén frenó en seco su argumento: “¿Qué visitas? Se os ha olvidado mi historia. ¿Cuántas veces ha estado mi hija allí?”

Con esta intervención, Belén Esteban volvió a poner sobre la mesa un tema que parecía agotado desde hace años, apelando con la misma intensidad de siempre al conflicto con el padre de su hija.

Durante la pausa del programa, se la escuchó decir: “Mi marido me dijo que no dijera nada, pero a cada uno nos duele lo nuestro y ya está bien.”

Esta frase, lejos de sonar a cierre, reaviva la sensación de que Belén no termina de soltar su pasado con Jesulín, manteniendo viva una herida que lleva abierta más de dos décadas.

Aunque asegura estar cansada de callar, lo cierto es que cada vez que la actualidad mediática gira lejos de ella, Belén aprovecha para sacar a relucir su historia personal y defender lo que considera justo.

Por otro lado, lanzó una advertencia clara a Toñi Moreno: que sea la última vez que hable de Jesulín como un padre ejemplar sin conocer toda la verdad, dejando entrever que esta batalla mediática está lejos de terminar.

Este enfrentamiento no solo refleja la complejidad de las relaciones familiares en el foco público, sino también cómo el dolor y los rencores personales se mezclan con la exposición mediática, generando episodios cargados de emoción y tensión.

Para muchos espectadores, la postura de Belén Esteban resulta comprensible, mientras que otros la ven como un recurso para mantenerse en el centro de la atención.

Lo cierto es que, mientras Jesulín y sus allegados defienden una imagen pública de familia unida y feliz, la realidad que expone Belén es mucho más compleja y marcada por la distancia y el desencuentro.

¿Seguirá Belén Esteban dando guerra con este tema?

¿Habrá algún día reconciliación o al menos un entendimiento que permita cerrar esta larga herida?

Mientras tanto, la audiencia sigue pendiente de cada palabra, cada gesto y cada declaración, consciente de que en el mundo del corazón, las historias nunca son tan simples como parecen.

Y vosotros, ¿qué opináis de esta nueva polémica?

¿Creéis que Belén tiene razón o que debería dejar atrás el pasado?

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