El lunes 22 de septiembre pasará a la historia como un día negro para Telecinco.
La cadena, que siempre ha sido un gigante en la televisión española, sufrió un desplome sin precedentes en sus audiencias, marcando mínimos históricos en varias franjas y programas clave.
Uno de los más afectados fue Joaquín Prat con su programa “El Tiempo Justo”, que apenas alcanzó un 8,2% de cuota de pantalla y 654,000 espectadores, los peores datos desde su estreno hace apenas dos semanas.
Este resultado es especialmente preocupante porque “El Tiempo Justo” llegó para sustituir a “Tardear”, un espacio que también fracasó y fue retirado por sus bajas cifras.
Pero no solo Joaquín Prat vio cómo sus números caían en picado.
El programa de investigación “El Precio de una Exclusiva”, presentado por Santi Acosta y emitido en prime time, también registró un descenso alarmante, con un 8,7% de cuota y poco más de medio millón de espectadores, perdiendo casi cinco puntos desde su estreno.
Esta caída evidencia que Mediaset no ha logrado conectar con la audiencia con esta propuesta, que prometía ser uno de los grandes atractivos de la temporada.
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La jornada completa fue un desastre para Telecinco, que promedió un triste 8,3% de cuota de pantalla en todo el día, muy lejos del 13,9% de Antena 3, su principal competidor.
Además, La 1 de Televisión Española sorprendió con un 12,5%, alcanzando cifras que no se veían desde hace casi 15 años.
Estos datos no solo reflejan la crisis de Telecinco, sino también el imbatible liderazgo de A3 Media y el renacer de TVE.
El problema de Telecinco no se limita a las tardes o prime time.
En la mañana, el programa “Mañaneros” de Javier Ruiz y Adela González superó el 15,5%, mientras que el espacio de Patricia Pardo, “Vamos a Ver”, apenas alcanzó un 8,9%, mostrando la inconsistencia en la franja matutina.
Ana Rosa Quintana, con su programa matinal, fue el único oasis en medio de este desierto, logrando un 13,2% y siendo la única propuesta de Telecinco que superó los dos dígitos ese día.
Sin embargo, ni siquiera ella pudo competir con los números de “Mañaneros” ni con la imparable “Ruleta de la Suerte” de Antena 3, que arrasó con un 22,1%.
En la sobremesa, “Sueños de Libertad” en Antena 3 volvió a liderar con un 13,1%, mientras que Telecinco no logró destacar con “El Diario de Jorge”, que apenas alcanzó un 9,2%.
El programa “Agárrate al Sillón con Eugeni Alemany” marcó el peor dato del día con un desastroso 7,8%, justo en la emisión que despedía a Rafa Castaño, su campeón más longevo.
Esta pérdida podría debilitar aún más el formato, que ya estaba en dificultades.
Por si fuera poco, los informativos de Telecinco también sufrieron un duro golpe.
Las ediciones de mediodía y noche, con Carlos Franganillos al frente, registraron un 8,9% y un 7,4% respectivamente, cifras muy por debajo de sus rivales.
Antena 3 Noticias dominó con un 22,9% y 18,5%, mientras que el Telediario de TVE logró un sólido 14% y 12,1%.
En la franja vespertina y prime time, la situación no mejoró.
El “Última Hora” de Supervivientes All Stars con Laura Madrueño se hundió hasta un catastrófico 7,1%, mientras que “El Hormiguero” de Antena 3 brilló con un 14,8% y “La Revuelta de Broncano” alcanzó un 11,7%.
Incluso programas en otras cadenas como “FS Dates” y “El Intermedio” superaron a Telecinco, reflejando la gravedad del problema.
Este desplome generalizado pone en evidencia que Telecinco enfrenta una crisis profunda.
La cadena no solo está perdiendo espectadores, sino también credibilidad y liderazgo, mientras sus competidores aprovechan para consolidar su posición.
Las causas de esta crisis son múltiples.
Por un lado, la programación actual no logra enganchar a la audiencia, con formatos que no funcionan o que se perciben como repetitivos y poco atractivos.
Por otro, la competencia de Antena 3 y La 1 se ha fortalecido con contenidos frescos y variados que conectan mejor con el público.
Además, el desgaste de figuras clave y la falta de renovación en la oferta televisiva pueden estar pasando factura.
La audiencia exige innovación y calidad, y Telecinco parece estar atrapada en fórmulas que ya no funcionan.
Para Mediaset, el reto es mayúsculo.
Deberán replantear su estrategia, apostar por nuevos formatos y recuperar la confianza de los espectadores para evitar que esta crisis se profundice aún más.
En definitiva, el lunes 22 de septiembre ha sido un día para olvidar en Telecinco, un aviso claro de que la cadena debe actuar rápido si quiere volver a ser la referencia que fue.