El 10 de julio de 2025, la calma aparente tras el fallecimiento de Michu se vio sacudida por declaraciones que han encendido la polémica en los medios de comunicación.
Tamara, hermana de Michu, apareció en el programa “Tardear” para expresar su profundo disgusto y reproches hacia la familia Ortega Cano, provocando un terremoto mediático que aún no cesa.
La jornada del funeral estuvo cargada de tristeza y una tensión palpable entre los familiares.
Tamara, visiblemente afectada, confesó en directo que la ausencia de los Ortega Cano durante este momento tan delicado fue dolorosa y criticó la distancia emocional que existe entre ambas familias.
“Lo más normal es que se hubieran quedado más por la pequeña Rocío”, señaló, refiriéndose a la hija de Michu, quien presenció los últimos momentos de su madre.
Las palabras de Tamara no solo reflejan un duelo complicado, sino que también sugieren un posible enfrentamiento mediático que podría intensificarse en los próximos días.
Según diversas fuentes, Telecinco podría estar fomentando este conflicto para aumentar la audiencia, algo que la propia Tamara parece estar alimentando con sus declaraciones.
La situación se complica aún más cuando se analiza el futuro de la custodia de Rocío, una niña de apenas ocho años que ahora queda en el centro de un debate legal y familiar.
Javier Guerrero, abogado especializado en derecho de familia, explicó que tras el fallecimiento de uno de los progenitores, la custodia recae automáticamente en el otro, salvo que existan impedimentos legales.
Sin embargo, en este caso, José Fernando, el padre de la niña y esposo de Michu, se encuentra internado en un centro psiquiátrico, lo que dificulta su capacidad para ejercer la patria potestad.
Esto abre la puerta a la intervención de la fiscalía de menores y los servicios sociales, quienes podrían proponer la designación de un tutor legal o guardador provisional para garantizar el bienestar de Rocío.
La figura de la abuela materna, Inmaculada, cobra fuerza en este contexto, ya que se ha manifestado públicamente con la intención de quedarse con la tutela de la niña.
Pero la disputa no se limita a la custodia.
En el funeral, se filtraron imágenes que muestran un gesto frío y distante entre la madre de Michu y Ortega Cano.
Al llegar la familia Ortega Cano al tanatorio, Inmaculada se dio la vuelta sin saludar, un acto que ha sido interpretado como una señal de la tensión latente entre ambos clanes.
A pesar de ello, se sabe que Ortega Cano ha estado pendiente económicamente de la niña, lo que añade una capa más compleja a esta intrincada relación.
El abogado Guerrero también aclaró que, aunque José Fernando mantiene la patria potestad, esta puede ser suspendida judicialmente si se demuestra que no está en condiciones de ejercerla adecuadamente.
Por lo tanto, el procedimiento legal para determinar la tutela definitiva de Rocío será largo y minucioso, evaluando el entorno familiar y, sobre todo, el interés superior de la menor.
La hermana de Michu, Tamara, también ha expresado su deseo de que se aclare la situación legal, mencionando la existencia de un posible testamento o documento notarial que podría definir el futuro de la custodia.
Sin embargo, hasta el momento, este documento no ha salido a la luz, lo que mantiene la incertidumbre.
En medio de este panorama, la madre de Michu ha dejado claro que planea criar a Rocío con cariño, pero sin lujos excesivos, y que exigirá los recursos necesarios para garantizar la educación y bienestar de la niña.
Esta postura podría abrir un debate público sobre la responsabilidad económica y moral de las familias involucradas y la presión mediática que rodea a la menor.
Isabel Rábago, periodista cercana a la familia, ha señalado que la situación está lejos de resolverse y que todos los implicados están pendientes de lo que dictamine la justicia.
La prioridad, según ella, debe ser siempre el bienestar de Rocío, evitando que se convierta en un símbolo o moneda de cambio en la disputa familiar.
Este caso pone en evidencia cómo las tragedias personales pueden desencadenar conflictos públicos y mediáticos que afectan a los más vulnerables.
La niña Rocío, en medio de la pérdida y la polémica, necesita ahora más que nunca un entorno estable y protector.
Mientras tanto, Telecinco y otros medios continúan cubriendo cada detalle, alimentando un debate que va más allá de la familia y que involucra a la sociedad sobre temas de custodia, derechos parentales y el impacto de la fama en la vida privada.
El futuro de Rocío sigue siendo incierto.
La justicia deberá evaluar cuidadosamente cada aspecto para decidir quién será el guardián legal que velará por su seguridad y desarrollo.
La familia, dividida y con heridas abiertas, enfrenta un proceso que podría marcar un antes y un después en sus vidas.
En definitiva, lo que comenzó como un triste adiós se ha convertido en el inicio de una batalla mediática y legal que pone en jaque a figuras públicas y familiares por igual.
La hermana de Michu ha encendido la mecha y ahora queda por ver cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos días.
La historia de Michu, su familia, y la pequeña Rocío continúa escribiéndose bajo la atenta mirada de España entera, esperando que, más allá del ruido y la controversia, prevalezca el bienestar de la niña que hoy es la verdadera protagonista de esta compleja trama.