A la tercera va la vencida. La primera cancelación se produce por la muerte del Papa Francisco. Y la segunda por el apagón nacional. Este lunes tuvo lugar el estreno del extinto Sálvame en la televisión pública de todos los españoles. La Familia de la Tele ya está en TVE.
Y el aterrizaje fue con cabalgata en su peor versión del orgullo gay. El momento final se produce con una Belén Esteban en lo alto de una carroza y emocionada. En su actitud y aptitud hay verdad. En eso nunca falla. Lydia Lozano puso el color con su baile. Lozano es entretenimiento puro.
En el otro lado de la balanza una Carlota Corredera con perfil bajo. Casi a hurtadillas. Y siempre en última fila para acceder al plató que se conocerá por primera vez este martes. La gallega no contó con el protagonismo que le gusta gastarse con su presencia. Poco a poco. Ya dará codazos para conseguir el lugar de Inés Hernand, María Patiño, Aitor Albizua o Belén. Corredera se mueve bien en despachos. Muy pronto será íntima del presidente de RTVE, José Pablo López. Y todo cambiará. La comunicadora ya conoce la televisión pública con su presencia en tres ocasiones en el programa cancelado 59 segundos. Fue llegar y el programa desapareció de la parrilla.
El gran momento de la tarde lo protagonizaron dos mujeres, Rocío Carrasco y Marta Riesco. Esta segunda de reportera y dando la bienvenida a todos los compañeros. Así recibió a la mujer que durante dos años estuvo contando su verdad en Telecinco y que provocó un desarme de la cadena. Ambas tienen un punto en común. Fueron pareja de Antonio David Flores. Ahora encuentran el filón para arremeter de nuevo hacia el hombre que no es verdugo de violencia de género. Al contrario, fue víctima. La vuelta de Carrasco o Corredera no es un milagro. Son tus impuestos.

TVE volvió con el tema este lunes cuando la comunicadora deportiva Paloma del Río presentaba a Rocío Carrasco argumentando que la hija de La Más Grande en otro tiempo dio una lección contando su testimonio. Del Río desconoce la verdad. Y la documentación quizás no pudo o quiso leérsela. Ni las sentencias conseguidas por parte de Antonio David Flores.
En la jurisdicción Laboral. Tiempo después en la Penal. Y en unos meses seremos testigos de la jurisdicción Civil. Le habrán narrado el argumentario por el pinganillo desde control.
Carrasco no gusta. Y está comprobado. En el tándem Corredera-Carrasco sólo faltó que en algún momento apareciese la ex ministra Irene Montero para continuar con el mantra de hace 4 años. Llegará el día que alguna ministra de turno socialista aparezca para hacer renacer el tema de la mal entendida violencia de género. Lejos de esta patraña se halla la periodista Silvia Taulés que siempre da credibilidad al formato donde se halla. Kiko Matamoros se tuvo que quedar muerto con la presencia de Carrasco. María Patiño en su estilo. No defrauda. Ya se le vio la rivalidad o envidia hacia Lydia. A Lozano, el público la quiere.