La tarde del lunes parecía una más en la programación de la televisión española, hasta que Kiko Hernández decidió romper el silencio con una intervención que dejó helado a más de uno.
Mientras todos sus excompañeros de “Sálvame” desfilaban radiantes en Prado del Rey para dar la bienvenida a “La Familia de la Tele”, él estaba lejos de los focos principales, liderando la emisión de “Tentáculos” en Ten.
Un detalle que a simple vista podría parecer logístico, pero que él mismo se encargó de cargar de significado con unas palabras que no dejaron indiferente a nadie.
Lo primero que sorprendió fue su tono.
Al recibir un ramo de flores de parte de su marido Fran Antón y sus hijas, visiblemente emocionado, Kiko mostró un lado tierno y familiar que pocas veces ha sacado ante las cámaras.
Pero esa emoción pronto dio paso a la tensión cuando se refirió, sin nombrarlos directamente, a quienes hoy disfrutan del escaparate televisivo en TVE.
Dijo que le alegraba ver a sus compañeros felices, pero añadió que también se sentía bien donde estaba.
Una frase ambigua que pronto se transformó en una verdadera bomba mediática: “Como no te han dicho ‘vente a la Familia de la Tele’, pues te tienes que conformar con lo que te han dejado… Eso, ¿sabes lo que es? El karma.”
Con estas palabras, Hernández encendió la mecha.
Acusó, de manera indirecta pero contundente, a los responsables del nuevo programa de haberlo apartado deliberadamente.
Y no solo eso: les devolvió el golpe hablando de karma, insinuando que esta exclusión no es más que una consecuencia natural por las acciones del pasado, tanto suyas como de Carlota Corredera, con quien comparte ahora pantalla en “Tentáculos”.
La tensión subió aún más cuando remató: “El karma lo estás pagando.
Y así se paga el karma de ser mala persona como has sido tú, criticando a la gente en Sálvame.
” Un dardo que no solo pareció autocrítico, sino que también podría estar dirigido a más de un rostro conocido del universo “Sálvame”.
El mensaje es claro: Kiko no olvida.
Y aunque por ahora no se mude a Prado del Rey, su intención de quedarse en el juego mediático es firme.
Lo dijo alto y claro: “Cuando pueda iré, pero quién está siempre conmigo es mi familia.
Mi familia que está en Melilla.
Fran y mis niñas.
” Con esta frase, el tertuliano cerró el capítulo, al menos de momento, reforzando su nuevo rol de presentador en un programa menor, pero que quizás, con su presencia y polémicas, podría empezar a crecer más de lo que muchos imaginan.
Esta aparición no solo sirvió para aclarar su situación actual, sino también para recordarle a todo el mundo del espectáculo que Kiko Hernández sigue siendo un personaje incómodo, imprevisible y, sobre todo, mediáticamente poderoso.
Su exclusión de “La Familia de la Tele” no lo ha debilitado, al contrario: ha encendido una nueva etapa donde el colaborador promete no callarse nada.
¿Será este el comienzo de una nueva guerra televisiva entre canales y excompañeros? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa queda clara: cuando Kiko habla, la televisión tiembla.
Lo que parecía un gesto emotivo terminó convirtiéndose en un ajuste de cuentas en toda regla.
Y si algo hemos aprendido con el paso de los años, es que cuando Kiko Hernández se siente acorralado, su lengua afilada puede dinamitar hasta los mejores planes.
Que se preparen en Prado del Rey, porque el tertuliano no ha dicho su última palabra… ni de lejos.