Mark Harmon es un actor estadounidense, conocido principalmente por su papel como Leroy Jethro Gibbs en la exitosa serie de televisión NCIS. Nacido el 2 de septiembre de 1951 en Burbank, California, Harmon ha tenido una carrera sólida tanto en televisión como en cine. Antes de su éxito en NCIS, participó en series como St. Elsewhere y películas como Summer School. A lo largo de su carrera, ha sido elogiado por su presencia en pantalla y su habilidad para interpretar personajes con autoridad y carisma. Además de su trabajo actoral, Harmon ha sido productor ejecutivo de NCIS durante varias temporadas.
Mark Harmon, conocido por su papel icónico como Leroy Jethro Gibbs en NCIS, ha sorprendido a la audiencia al revelar algunas verdades ocultas detrás de cámaras de la longeva serie de televisión. Su sinceridad sobre los desafíos, controversias y momentos de tensión en el set ha dado a los fanáticos una visión de las complejidades de trabajar en uno de los programas de televisión más exitosos y queridos de todos los tiempos.
Mark Harmon, nacido el 2 de septiembre de 1951 en Burbank, California, tuvo una crianza privilegiada pero única en sus desafíos. Criado en una familia de personas exitosas, su padre, Tom Harmon, fue un célebre jugador de fútbol americano y su madre, Elise Knox, actriz y diseñadora de moda, Mark estuvo rodeado de excelencia. A pesar de su inclinación natural por los deportes, siguiendo los pasos de su padre en el fútbol, Harmon desarrolló una pasión por la actuación. Sin embargo, sabía que la fama de su familia no garantizaría su propio éxito en Hollywood. Sería necesario esfuerzo, habilidad y perseverancia para forjar su propio camino.
La carrera temprana de Harmon lo llevó a participar en papeles modestos en series de televisión como Adam-12 y Emergency! en la década de 1970. Poco a poco fue subiendo, pero no fue hasta su papel en St. Elsewhere en la década de 1980 que comenzó a llamar la atención significativa. Su interpretación del Dr. Robert Caldwell le valió el cariño del público y de los críticos por igual, consolidándose como una estrella en ascenso. En 1986, la revista People lo coronó como el “Hombre más Sexy del Mundo”, lo que consolidó aún más su estatus como un nombre familiar. Sin embargo, fue su papel como Gibbs en NCIS el que finalmente definiría su carrera y lo convertiría en una leyenda de la televisión.
NCIS se estrenó en 2003, centrado en un equipo de agentes especiales que investigan delitos relacionados con la Marina y los Marines. La interpretación de Harmon como Gibbs, un líder firme pero compasivo, rápidamente se convirtió en el alma del programa. Las reglas de Gibbs, como “Nunca dejar que los sospechosos se sienten juntos”, resonaron profundamente con los fanáticos, y la actuación de Mark le valió el respeto tanto del público como de sus colegas. Aunque NCIS inicialmente tuvo dificultades en los índices de audiencia, con el tiempo se convirtió en uno de los programas de televisión más vistos a nivel mundial, en gran parte gracias a la impresionante actuación de Harmon.
Pero Mark Harmon no solo fue la cara de NCIS; también estuvo muy involucrado detrás de cámaras. Trabajó como productor y ofreció valiosas sugerencias en el desarrollo del programa, especialmente en la interpretación del personaje de Gibbs. Harmon jugó un papel fundamental en la dirección de la serie, asegurándose de que se mantuviera auténtica y fiel a sus raíces. Su influencia no solo se limitó al lado creativo; se convirtió en un mentor para los miembros más jóvenes del elenco, ofreciendo consejos y orientación tanto en lo profesional como en lo personal. Actores como Sean Murray (Timothy McGee) y Pauley Perrette (Abby Sciuto) elogiaron frecuentemente a Harmon por su liderazgo y apoyo constante.
Sin embargo, detrás de las cámaras, no todo fue tan perfecto como parecía. En una entrevista reciente, Harmon reveló algunas de las dificultades que surgieron durante los más de 20 años al aire del programa. Aunque siempre mantuvo un nivel de profesionalismo en el set, admitió que la presión por mantener el éxito del programa tuvo un impacto en él. Habló abiertamente sobre las intensas horas de trabajo, el estrés de los horarios ajustados y los desafíos de mantener el programa fresco y emocionante. A pesar de su liderazgo y experiencia, Harmon reconoció que la presión de mantener un nivel tan alto de desempeño día tras día a menudo era abrumadora.
Una de las revelaciones más sorprendentes se produjo cuando Harmon abordó el infame incidente relacionado con su perro, Dave, en 2016. Se reportó que Dave había atacado a un miembro del equipo en el set, lo que causó gran preocupación. Durante años, este incidente fue un tema de especulación, pero Harmon había permanecido en silencio sobre los detalles. En su entrevista reciente, confirmó que el ataque efectivamente ocurrió y expresó su arrepentimiento por la situación. Dejó claro que, aunque fue un error, todos lo superaron profesionalmente y el incidente no afectó la camaradería general entre el elenco y el equipo. El ataque del perro fue un momento crucial que había permanecido oculto, pero la honestidad de Harmon sobre la situación sorprendió a muchos de sus seguidores.
Las presiones de trabajar en NCIS no solo eran físicas, sino también emocionales. Harmon habló sobre lo difícil que fue mantener su entusiasmo por el programa después de tantos años, especialmente durante momentos difíciles cuando el equipo enfrentaba desacuerdos o luchas personales. Sin embargo, destacó que, a pesar de estos desafíos, el elenco y el equipo eran como una familia y todos se apoyaban mutuamente a través de los altibajos de la producción del programa. La química entre los actores fue vital para el éxito de NCIS, y Harmon desempeñó un papel crucial en fomentar ese sentido de unidad.
A medida que NCIS creció en popularidad, las apuestas también aumentaron. Harmon señaló que, a medida que el programa se convirtió en un fenómeno global, la presión para ofrecer episodios de primer nivel cada temporada se hizo aún más intensa. Esto a veces llevó a tensiones creativas, especialmente cuando se trató de la salida de personajes queridos como Ziva David (Cote de Pablo) y Tony DiNozzo (Michael Weatherly). Harmon reveló que, aunque a los fanáticos no les gustaron estos cambios, eran necesarios para mantener el programa fresco y acomodar la evolución dinámica del elenco. Las decisiones creativas detrás de estas salidas no fueron fáciles, pero se tomaron con la intención de mantener NCIS relevante y emocionante para su audiencia.
A pesar de los desafíos internos, el liderazgo de Harmon mantuvo el rumbo. Su profesionalismo, ética de trabajo y compromiso con el programa fueron incomparables, y esta es una de las razones por las que NCIS continuó prosperando durante tanto tiempo. Incluso cuando el elenco enfrentaba dificultades personales y diferencias creativas, siempre encontraban la manera de superarlas, y el programa mantuvo su estatus como una de las series más vistas en todo el mundo.
