‘Pasapalabra’ ha vivido una de las jornadas más tensas de su última temporada y, sin duda, una de las más impactantes desde que Rosa Rodríguez y Manu Pascual comenzaron a batirse por el Rosco tras la salida de Nacho Magunt.
El duelo entre los concursantes está alcanzando cuotas de auténtico infarto, pero lo ocurrido este 3 de febrero ha dejado a la audiencia pegada a la pantalla.
Tras más de 50 programas de enfrentamiento, el bote de ‘Pasapalabra’ ya asciende a 1.180.000 euros, una cifra suculenta que cualquier concursante soñaría con llevarse.
Pero lo que se vivió en la tarde del lunes fue algo mucho más allá de una simple partida: una remontada histórica que casi le da la victoria a Manu Pascual.
Media España se queda de piedra con la épica victoria de Manu en ‘ Pasapalabra’: “¡Madre mía!!
El madrileño, que llegó al programa en mayo de 2024 tras el bote de Óscar Díaz y suma ya 181 programas con 109.200 euros acumulados, no comenzó con buen pie.
En la primera vuelta del Rosco cometió un error garrafal al confundir “independentismo” con “independencia”, una equivocación que pudo costarle caro. Mientras tanto, Rosa avanzaba con paso firme y cerraba su participación con 22 aciertos. La victoria parecía estar en sus manos.
Sin embargo, Manu no estaba dispuesto a rendirse. “Necesitas tres de cuatro palabras”, le advirtió Roberto Leal tras el último recuento de marcadores.
Y entonces sucedió lo impensable: el madrileño encadenó tres aciertos seguidos, dejando a la audiencia, a su rival y al propio presentador con la boca abierta.
“¡Madre mía! […] ¡Si no hubiera fallado esa, era Rosco de 24 palabras!”, exclamó Leal, incapaz de contener la emoción ante lo que acababa de presenciar.
Finalmente, Manu lograva hacerse con la victoria y enviaba a Rosa a La silla azul, donde tendrá que defender su permanencia en el programa en la próxima entrega.
Pero el desenlace de este duelo pudo haber sido muy distinto. Si Pascual hubiera dado con la palabra “Prol”, el apellido del artista que ilustró la portada del primer álbum del grupo Live Skull en 1984, y no hubiera fallado con “independencia” el bote ya tendría dueño.