Karmele Marchante fue una de las periodistas del corazón más icónicas de España durante años. Su paso por programas emblemáticos como Tómbola y Sálvame la catapultó a la fama, otorgándole un lugar privilegiado en el mundo de la televisión y el periodismo rosa.
Durante esa época dorada, fue una figura omnipresente en los medios, conocida por su estilo directo y polémico.
Sin embargo, todo cambió radicalmente en 2016, cuando decidió dar un paso atrás y abandonar su puesto en Sálvame.
Desde entonces, su vida ha sufrido transformaciones que han sorprendido a propios y extraños, culminando en una situación que pocos podían prever. Karmele Marchante en los últimos años ha perdido su casa y ha llegado a trabajar en un mercadillo.
La historia de la catalana es un claro ejemplo de cómo la vida puede dar un giro de 180º. La periodista, que una vez disfrutó de fama y una cómoda vida económica, ha tenido que enfrentarse recientemente a cambios drásticos tanto en su vida personal como profesional. Sin duda, ya no es la misma que solíamos ver en televisión todas las tardes.
La caída de una de las reinas del corazón
La carrera de Karmele Marchante comenzó mucho antes de su etapa en los programas de cotilleo. No obstante, fue su papel como colaboradora en Tómbola, lo que la catapultó a la fama nacional. Su participación en debates y su habilidad para generar titulares polémicos la convirtieron en una de las caras más reconocidas del periodismo del corazón.
Posteriormente, dio el salto a Sálvame, donde permaneció como colaboradora durante varios años. Pero, las tensiones con la directiva del programa y algunos de sus compañeros la llevaron a tomar una decisión drástica en 2016.
Abandonó el programa de manera definitiva, tras una salida que estuvo marcada por conflictos internos y desacuerdos profesionales. Desde ese momento, ha mantenido una postura crítica hacia el formato, denunciando en varias ocasiones el trato que recibió durante su etapa en él.
Tras su salida de Telecinco, Karmele desapareció de los focos, y poco a poco se fue desvaneciendo de los medios. A nivel profesional, no ha vuelto a tener una presencia regular en televisión. Y, en cuanto a su situación personal, la periodista también ha vivido momentos difíciles.
Karmele Marchante se quedó sin su hogar y ha trabajado hasta en un mercadillo
Una de las situaciones más complicadas para Karmele Marchante en los últimos años ha sido la venta de su lujosa casa en Madrid. Según se ha conocido, esta venta no fue una elección voluntaria, sino que fue consecuencia de problemas económicos derivados de las gestiones de su exmarido. De ahí que tuvo que despedirse de su amplio hogar, de 500 metros cuadrados, para mudarse a un modesto apartamento de apenas 40 metros cuadrados.
A nivel laboral, también ha tenido que reinventarse. Aunque no ha vuelto a ejercer como colaboradora en ningún programa de televisión de manera regular, ha encontrado nuevas vías para seguir activa. Una de ellas ha sido la escritura, por lo que ha publicado varios libros, y en la actualidad, gana dinero con su labor como escritora.
No obstante, lo que más ha llamado la atención de su público es que hace unos meses decidió trabajar en un mercadillo, algo que sorprendió a muchos de sus seguidores. Ella misma fue la encargada de anunciar esta faceta en sus redes sociales. En dicho mercadillo, la periodista vendió desde prendas de vestir hasta bolsos, pasando por piezas de lencería y joyas.
Aunque esta actividad fue puntual, causó un gran revuelo entre quienes la conocieron como una de las figuras más populares del periodismo del corazón. Este gesto muestra la capacidad de Karmele para adaptarse a las circunstancias y su disposición para seguir adelante.
A pesar de las dificultades que ha atravesado, ha encontrado nuevas oportunidades para continuar con su vida profesional. Recientemente, ha participado como concursante en un programa de cocina en Cataluña.
De igual modo, Karmele también ha encontrado tiempo para dedicarse a la interpretación. Forma parte del Grupo Teatral Acción Comadres, donde se divierte y se muestra como actriz. Esta actividad le ha permitido explorar nuevas facetas de su personalidad y seguir disfrutando de la vida cultural, algo que la apasiona.
A pesar de los cambios drásticos en su vida personal y profesional, Marchante sigue demostrando una resiliencia admirable. Aunque ya no sea la misma persona que una vez ocupó los titulares de la prensa del corazón, sigue luchando por mantenerse activa. Y por disfrutar de lo que la vida le ofrece, aunque en una escala más modesta.
