Lucía Méndez es uno de los nombres más emblemáticos del espectáculo mexicano. Durante más de cinco décadas, ha sido una figura que ha capturado la atención de miles por su talento, belleza y, sobre todo, por las controversias que han marcado su vida personal y profesional. A sus 69 años, Lucía ha decidido abrir su corazón y compartir algunos de los secretos que pocos conocían, revelando detalles sobre su relación con Luis Miguel, su lucha contra las adicciones, y sus enfrentamientos con otras figuras del entretenimiento.
Nacida el 26 de enero de 1955 en León, Guanajuato, Lucía Méndez comenzó su carrera en el mundo del espectáculo a una edad temprana. Su belleza y carisma la llevaron a destacarse rápidamente. En 1972, ganó el título de “La cara de El Heraldo de México”, lo que marcó el inicio de su camino hacia la fama. Ese mismo año debutó en la telenovela Muchacha italiana viene a casarse, aunque su papel fue pequeño, su presencia no pasó desapercibida. Sin embargo, fue en 1978, con Viviana, cuando Lucía consolidó su estatus como protagonista, alcanzando gran popularidad.
El verdadero despegue de su carrera llegó en 1980, con la telenovela Colorina, en la que interpretó a una mujer que trabajaba como prostituta, un papel que rompió con las normas de la televisión de la época. Aparte de su éxito en la televisión, Lucía también brilló en la música, lanzando su primer disco en 1975 y vendiendo millones de copias a lo largo de su carrera. Con más de 30 discos, 12 películas y 27 telenovelas, Lucía se convirtió en una de las artistas más importantes de México y América Latina, abriendo camino a otras artistas hispanas.
Pero el camino de Lucía no ha estado exento de controversias. Su vida personal ha sido tan comentada como su carrera artística, y su actitud de diva ha sido tanto admirada como criticada. Entre las historias más sonadas en su vida está su relación con Luis Miguel. Según Lucía, su romance con “El Sol de México” comenzó en un momento emocionalmente complicado para él, cuando el cantante tenía apenas 17 años y estaba atravesando la desaparición de su madre. A pesar de la diferencia de edad y de que la relación fue breve, fue intensa y causó un gran revuelo mediático. Lucía misma reflexionó sobre este romance diciendo que, debido a su edad, sabía que no terminaría bien.
Además de Luis Miguel, Lucía tuvo otros romances que también acapararon titulares, como el que sostuvo con el actor Valentín Trujillo. Su relación con él duró tres años y fue intensa, pero las diferencias en sus planes de vida terminaron por separarlos. El dolor por esta ruptura se intensificó cuando Valentín se casó con otra mujer apenas ocho días después de su relación con Lucía.
Lucía también ha tenido rivalidades públicas, como la que protagonizó con Madonna. Durante un concierto en Miami, Lucía, lesionada de la rodilla, se negó a levantarse cuando la Reina del Pop lo pidió al público. Madonna envió a un guardaespaldas para que la obligara, pero Lucía respondió que, si insistían, llamaría a su abogado. Desde ese incidente, la relación entre ambas estrellas nunca fue cordial, y los medios se encargaron de explotar esta enemistad.
Además de las controversias amorosas y rivalidades, Lucía Méndez enfrentó una lucha interna con las drogas en su juventud. A los 20 años, comenzó a consumir marihuana como una forma de evadirse de las presiones que sentía debido a su carrera. Esta etapa duró alrededor de cinco años hasta que decidió dejar las drogas y enfocarse en su trabajo. La cantante ha hablado abiertamente sobre este capítulo de su vida, señalando que fue una forma de lidiar con la soledad que sentía al estar lejos de su familia mientras su carrera despegaba.
A lo largo de su vida, Lucía ha sido señalada por su actitud de diva y perfeccionista, lo que ha generado roces con colegas y productores. En el reality Siempre Reinas, donde participó junto a Silvia Pinal, no faltaron los momentos incómodos. Sin embargo, Lucía no se arrepiente de su actitud, afirmando que ser diva no solo es tener talento, sino saber cómo manejarlo.
Hoy en día, Lucía sigue siendo una figura relevante en el mundo del espectáculo. A pesar de las críticas, ha logrado mantenerse vigente y continúa haciendo lo que más le gusta. En los últimos años, se ha reinventado, participando en proyectos como el musical Bedet, que mezcla el cabaret y el espectáculo. Lucía asegura que está viviendo el mejor momento de su vida, rodeada de un equipo que la respeta y un público que sigue apoyándola.
A sus 69 años, Lucía Méndez reflexiona sobre su legado, sus aprendizajes y sus arrepentimientos. Uno de sus mayores deseos no cumplidos fue no haber tenido más hijos. Aunque su vida estuvo marcada por sacrificios, siempre ha mantenido un amor incondicional por su hijo Pedro Antonio, quien, según ella, siempre fue su prioridad.
La historia de Lucía Méndez es un testimonio de perseverancia, valentía y talento. A lo largo de su carrera ha enfrentado amores, polémicas y rivalidades, pero siempre ha sabido mantenerse firme. Hoy, más que una diva, es un verdadero icono de la cultura mexicana. Su legado perdurará por generaciones, no solo por sus canciones y actuaciones, sino también por las controversias que, al final, han sido parte de su esencia.
