Jorge Javier Vázquez forma parte de ese grupo de personas que dejaron atrás su tierra natal para poner rumbo a Madrid con el propósito de crecer profesionalmente. Y, desde entonces, no le ha ido nada mal. A lo largo de estas décadas, ha conseguido consagrarse como uno de los presentadores más exitosos del panorama nacional.
Ha presentado ‘Aquí hay tomate’, ‘Gran Hermano’, ‘El diario de Jorge’, ‘Supervivientes’ y el programa que se convirtió en el buque insignia de Telecinco y del que fue presentador hasta casi el final: ‘Sálvame’. También, como él mismo ha explicado en alguna ocasión, ha disfrutado al máximo de su estancia en la capital española en lo que concierne al plano personal.
Ahora, en su nueva columna semanal de la revista ‘Lecturas’, asegura que no le disgustaría volver a Badalona, la ciudad que le vio crecer: «No se si será algo que nos sucede a todos los que llevamos tiempo fuera de nuestra ciudad de origen, pero cuando llegas a una cierta edad empieza a rondarte la cabeza de volver». Una reflexión que llega después de haber pasado un fin de semana junto a su madre en Badalona.
Así, Jorge Javier Vázquez confiesa que está comenzando a «echar de menos el mar. Y no solo el mar. También volver a ser joven. En Madrid, ya no volveré a serlo». Esto tampoco ocurrirá en Barcelona, «pero uno piensa que volviendo a la ciudad que dejó, la vida se retomará en el mismo momento en el que la dejaste»: «En mi caso, a los veinticinco años».
Jorge Javier Vázquez, mientras fantasea en la posibilidad de volver a Badalona, asegura que «tendría su gracia volver a los mismos bares que frecuentabas, a los mismos cines, a los mismos teatros. En el caso de que aún siguieran en pie, claro». Eso sí, seguramente, no sentiría lo mismo que antaño puesto que «ya no somos los mismos. Somos más viejos pero más sabios. Menos ansiosos. Más vividos. Menos miedosos». Lo que sí tiene claro es que «por de pronto, quiero empezar a refrescar mi catalán. Siento que cada vez me produce más placer escucharlo, quizá porque me devuelve al hogar aunque en mi casa se habla castellano».
Sentimiento de familiaridad
Para Vázquez, el catalán, «es como un sentimiento de familiaridad». Así, comparte que «el viernes por la noche, al taxista que me recoge en la estación de Sants, le pido que me ponga RAC 1, una de las emisoras líderes de Cataluña. Estaban retransmitiendo un partido de fútbol, no reparé en quién jugaba. Escuchar una retransmisión en catalán dándome cuenta de que no se me escapaba ni una me dio subidón». El presentador, por último, desliza en la columna que «en su día, no hablaba catalán porque me daba vergüenza. Ya va siendo hora de quitármela de encima».